Historia sin final
Miles de historia quizá similares a la mía se han contado, escrito, descrito o cantado, pero mi pena es tangrande como la condensación de la energía que no pasa a ser materia sino antimateria en un gran hoyo negro, al cuál en mi pequeño organismo llamaré corazón.
Alguna vez en mi vida, alguien me dijo que era un loco enamorado, y sí, en efecto, lo era…
Después de perderla, todo fue tan negro para mí…Pero ahora sólo suspiro una y otra vez como por automatización. Mi vida era tan diferente, nada eraasí, no había tempestad ni calma, pero era neutral mi mundo.
Aquel día de los últimos que recuerdo, desperté llorando, el reloj marcaba justo las 3:45 de la mañana, el sol ni siquiera había tenido la intención de pasearse por el cielo, la luna aún manifestaba aquel brillo tan común que adoraba ver cuando todo tenía sentido, pero sin embargo me sentía vacío, sin luz ni oscuridad, sólo vacío.En realidad ya no volvería a dormir, el sueño se había ido junto con el recuerdo de mis lágrimas, pero aún en silencio intentaba recordar miles de cosas pasadas mientras me mantenía frente a la ventana de mi habitación con la vista fije pero perdida sobre las callejuelas que se extendían por fuera, que sumándole a ello, esto ya era tan común en mi, que durante horas y horas me perdiera pensandoen “nada”, sobre el vitral aquel y por ende mi madre no tardaba en despertarse, irme a ver y cuestionarme una y otra vez.
Las seis de la mañana.
-¡Buenos días hijo!, ¿Otra vez despierto tan temprano?- Aún con tono adormilado mi madre insistía- Bueno fuera que despertaras con tal entereza para asistir al colegio, sabes hijo….- Las palabras de mi madre ya se desvanecían por costumbre en mi mente,ya sus frases cotidianas que atosigaban mi sentir más allá de lo que ya estaba se difuminaban en mi consiente, aunque de cierto modo comprendía que su preocupación por mi salud tanto mental como física era en cierto modo frustrante ante ella, pero aún así solo me aseguraba de asentir con la cabeza.
Los días ya eran tan iguales para mí, en realidad uno se sorprendería como es que mantenía elcontrol de cada uno de ellos, pero ni yo mismo me lo logro explicar aún.
La monotonía…
Desperté gritando una vez más, la diferencia de esta mañana lo era todo, justo hoy hacia cuatro meses de aquella ausencia, el día estaba más nublado más de lo común, exactamente como cuando le conocí, tomé mi móvil de la mesa de noche que acompañaba mi cama y mire fijamente la hora, que me sorprendió al verque tras cuatro meses era la primera vez que no despertaba entre madrugada llorando por aquella pesadilla, así pues me levante, tome mi ropa de la cajonera y me dirigí a la ducha.
Las lágrimas comenzaron a rodar en cuanto estuve debajo de la regadera de agua helada.
-Ya cuatro meses- me repetía una y otra vez, mientras el agua se escurría por mi cuerpo y fallecían en la coladera, sabía quetenía que dejar ya esa vida, pero no sabía cómo.
Terminé de arreglarme y ponerme colonia, tome mi móvil y las llaves del auto, salí de casa, y simplemente sonreí.
Aquel día la había conocido del mismo modo- o eso parecía-, el día había comenzado igual y yo había hecho lo mismo, pero quizá ahora solamente trataba de reconstruir todo, y más aún de regresar el tiempo y no permitir que los erroresnos consumieran, pero ahora que recuerdo nadie más que yo y mis pocos cercanos conocen la historia que hoy nubla mi mente y deja que mis ojos se llenen de lastimeras lagrimas.
Mi nombre... ahh!.. En verdad es irrelevante, quizá luego lo mencione pero por ahora simplemente no importa, sólo soy “un alguien”, pues fue una etiqueta más para mí vida, o lo que era hasta entonces, mis detalles son...
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