Historia universal de la danza capitulo 1 - movimientos - c. sachs

Prólogo
SOBRE EL AUTOR
e UMPLO con satisfacción de artista, al referirme, aunque muy breve¬mente a los dos aspectos de La personalidad de Curt Sachs, no en forma exhaustiva, pues n-o bastaría la extensión de este prólogo pardJ advertir con clarida:1 cuáles son las circumstancias, de tiempo y lugar, en las que apar.ece esta obra en la Argentina.
Dos factores contribuyen a realzar el sentidouniversal y actusli-
simo de este libro, al que me considero altamente vinculado en la doble relación que suponen el arte )' La admiración. Curt Sachs, en verdad es maestro digno de ser ad-mirado por los que saben apreciar y reco¬nocer el valor de la obra cumplida; en él se identifican, y hasta pude decirse, se confunden la finísima consideraciém del hombre de ciencia y la deslumbrante intuiciémdel artista. Quien lo lea terulrá a poco de terminar el primer párrafo una visión previa de algo que irá comproban¬do en todo el transcurso de la obra: la armonía de la intuición científica y el rapto artístico, y éste es un privilegio poco común entre los hombres de ciencia y los artistas de nuestro tiempo.
Sería justo que el citado autor recibiera el aplauso del mundo artís¬tico americano,justamente cuando la oscuridad de los tiempos desvía corrientes culturales hacia el Nil-evo Mundo, y hasta llega a mudar la ubicación de las mismas fuentes de actividad intelectual, no ya de lo que tienen de afirmado por la tradición -cosa inmutable e imperecedera¬pero sí en su faz instrumental en cuanto trastorna al artista y. al hombre de ciencia . por la a4vers.idad, que es a de la
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Eldoctor Curt Sachs, nacido en junio de 1881 B l' f
, en er In, es un amaso
aleman qu~ estudió pia~o y composición en su ciudad natal, graduándose en filosofía.
Dedicóse a la musicologia bajo la dirección de H K h
. " . retzsc mar y Johannes Wolf,
V¡VIO durante I.argos años en Berlin y fué profesor de musicología en la Universidad
y en la Academia de Música del Estado. Y ~z
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1. Movi m ien t o s
e A R A e TER i s '1' 1 e A S G E N E R A L E S
CUPA el historiador de la danza, en el orden científ~y en cuanto al origen de la materia que debe considerar, una posición altamente
privilegiada. No le es menester, en efecto, extenderse en infecundas disputas acerca de teorias más o menos fundadas, relativas a los prin¬cipios de la danza, sino que,contando con una base determinada por hechos rigurosamente probados, se halla en condiciones excelentes para distinguir las innatas características de ese arte.
Me refiero, al hablar de hechos rigurosamente probados, a las cono¬cidas danzas de los animales superiores. Appun vió, en el distrito Ro¬roima de la Guayana Británica, a un "grupo de unos veinte pollos montañeses de un brillante coloramarillo anaranjado, reunidos en una danza característica de esas hermosas aves. En el centro del grupo, uno de los gallos ejecutaba movimientos de danza saltando en el claro con sus alas extendidas y la cola desplegada. A su alrededor, posados en los arbustos, sus compañeros expresaban su admiración por el "danza-¬rín" emitiendo extraños sonidos. Cuando éste quedaba exhausto, aban-, donaba el lugary graznando en forma peculiar se reintegraba al grupo de sus espectadores, mientras que otro de ellos ocupaba su sitio".
En Cabo York, al noreste de Australia, Maclaren fué testigo de una danza de zancudas. "Estas aves, de una especie denominada por los po¬bladores, los "compañeros indígenas", de patas largas, altas como cígüe¬ñas y de plumaje entre blanco y gris, danzaban en el centro de unextenso pantano seco, en una de cuyas márgenes, y desde un escondite, pudimos observarlas. Eran varios cientos. El baile era una especie de cuadrilla, pero excediendo en el ritmo y en la gracia con que la ejecutaban creo
Danzas de los animales.
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UNIVERSAL DE LA DANZA
MOVIMIENTOS
que a todas las cuadril1as del mundo. En núcleos compuestos de unas veinte aves cada uno, aproximadamente,...