HISTORIA Y CULTURA
viernes, 28 de agosto de 2009
El Paraguay constituía una nación a principios del siglo XIX.
El proceso de emancipación de las colonias españolas sorprendió a la provincia del Paraguay en una etapa avanzada de su evolución social y con los elementos constitutivos propios de una nación. Los conquistadores españoles radicados desde 1537 a orillas delrío Paraguay, en unión con los guaraníes originaron, a través de los años, un pueblo numeroso, homogéneo, trabajador y valiente, que sabía lo que el Paraguay, fundador de ciudades, significo en la civilización del Río de la Plata a Buenos Aires, se enorgullecía de su ascendencia hispánica y poseía una robusta conciencia nacional.
El sentimiento nacional hundía sus raíces en una larga historia deinfortunios sufridos en común. Primitivamente centro de la conquista y de la colonización, desplazado el eje del Río de la Plata a Buenos Aires, el Paraguay quedó confinado dentro de sus selvas, donde lejos de las grandes rutas comerciales y olvidado casi de la Corona, su pueblo soportó duras pruebas que vigorizaron su temple, le dieron un sentido heroico de la vida e hicieron del espírituigualitario la base social de la comunidad. “Todos convienen en considerarse iguales”. El Paraguay, en su aislamiento y a los golpes de la necesidad, forjó instituciones peculiares, como la de servicio militar obligatorio y gratuito, y se acostumbro a vivir su propia vida, a lo cual contribuyó el incansable ejercicio de la facultad que le otorgó la famosa Cédula de 1537 para elegir, en caso de vacancia,sus gobernantes adinterim. El Paraguay era una comunidad turbulenta, con espíritu crítico aguzado por la adversidad, cuando se inició en América la liquidación del Imperio español.
El Paraguay no estaba satisfecho del régimen colonial.
Sobre la vida económica del Paraguay gravitaban anomalías que la hacían languidecer. El país poseía el monopolio natural de algunos productos nobles, como layerba, que se consumía en toda América, y sobre los cuales las leyes impositivas cargaron la mano en forma de sisas, alcabalas y arbitrios con excesivo rigor. Mientras que e oro no pagaba sino un quinto, la yerba rentaba en 1778 diez veces más su valor, y al llegar a ciertos puntos esta proporción aún eran mayor. La industria yerbatera, que podía cimentar el florecimiento de la Provincia, le dejabaescaso provecho. Lo mismo ocurría con los otros productos paraguayos. Irritaba más esta situación si se consideraba que el importe de las gamelas paraguayas era destinado a costear fortificaciones y tropas en Santa Fe, Montevideo, Chile y Perú, y aún la guerra contra los piratas de los mares del Sur, en tanto que los paraguayos estaban obligados a prestar servicios periódicos sin paga y aportandocada uno caballos y víveres, en los numerosos fuertes y en las frecuentes incursiones contra los indios del Chaco. En vano la Provincia imploró la cesación de esta “insoportable e inicua pensión”. Cuando la corona modificó el sistema fue sólo para eximir de la obligación de las milicias a los cosecheros de tabaco. La corona consagró una injusticia para crear otra institución no menos odiosa: ladel Estanco del Tabaco. Tal como era manejado, con fines exclusivamente fiscales, se prestaba a abusos y no aseguraba el productor paraguayo sino un mínimo provecho. Otra institución que retardó el progreso fue la del puerto preciso, creada en exclusivo beneficio de Santa Fe.
Después de muchas imploraciones el Paraguay obtuvo la desaparición de esta cruel imposición, pero ello dejó en el almaparaguaya un sentimiento de amargura y la conciencia de que sus quejas dificilmente llegaban a oídos de la lejana Corona.
Las ideas de la Revolución no eran ajenas al Paraguay.
La insurrección contra España se hizo al influjo de las doctrinas proclamadas por la Revolución Francesa. En la teoría de la soberanía popular justificó el pueblo de Buenos Aires la deposición del virrey Cisneros a la...
Regístrate para leer el documento completo.