Historia
LaHistoria eurocéntrica, determinada y supeditada a los esquemas occidentales, debe en esta nueva reflexión histórica quedar sólo como referente de un esfuerzo investigativo germinado dentro de unos paradigmas específicos, pero el objetivo es ahora escribir las Historias no escritas, que hablen en esta ocasión los perdedores, aquellas colectividades marginadas del discurso histórico tradicional. Desprecioes el otro sustantivo al que alude Medina Rubio al reportar la opinión del estudiante con respecto a la Historia como asignatura. Desprecio4 (2005) es definido como: no estimar, tener en poco, desdeñar, tratar con desdén, indiferencia. La pregunta es cómo puede no serle indiferente a un estudiante, o al ciudadano común, un discurso descafeinado, una relatoría del pasado, de un pasado que parecieraser de otros, que no me define ni me interpreta. Si a esto le añadimos lo que Medina Rubio (2000) califica como5 profesores que, en general, no asumen una actitud frontal de defensa hacia la cátedra y sus implicaciones, se nos presenta un escenario para nada alentador. Estos profesores en muchos casos no reciben las herramientas necesarias para hacer de la práctica histórica lo que esperamos quesea. Algunos de ellos ni siquiera son especialistas, a veces son profesores integradores que por diferentes coyunturas terminan administrando cursos para los cuales no fueron formados en primera instancia; otros son profesores de ciencias sociales en general y no dominan las categorías y constructos de análisis necesarios para administrar correctamente los contenidos, y en el último caso tenemoshistoriadores formados en la investigación y dentro de una epistemología específica y que tal vez no dominen la didáctica de la ciencia para poder comunicar los conocimientos a los estudiantes y generar en ellos unos nuevos. A esto le añade el especialista el nuevo componente que a la Historia se le conmina a cumplir: la llamada función investigación-acción6 (2000), unprofesor-historiador-investigador que tiene necesariamente que vincularse en lo que él denomina una relación horizontal, en la cual el investigador-participante se vincula con el protagonista del hecho historiado. Un profesor-historiador-investigador que reconoce su papel activo en la construcción de las pequeñas historias que conjugadas todas encapsulan la Historia nacional. Pero también despierta el adormecido sentido deprotagonismo en las colectividades que a través de los textos se nos presentan como anónimos e innecesarios, con poco o ningún peso en el desenlace de los acontecimientos. Además, apuntala Medina que en el currículo y en la carga horaria destinada a los contenidos de Historia, la misma se encuentra en minusvalía;7 apenas se contempla para los temas de historia menos del 5% del total de las horas...
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