historia
Sueño de una noche de verano.
Personajes
Sebastián Silva
Lisandro.
Ana Paulina.
Puck.
Daniela Sanchez
Titania
Victor Hugo
Demetrio.
Soledad Amigo
Hermia
Gabriela Letieri
Oberón.
Alison Quintana.
Elena.
Escenas: Acto Segundo “Un bosque cerca de Atenas”
Escena Segunda: “Otra parte del bosque”
Acto segundoEscena primera
UN BOSQUE CERCA DE ATENAS.
Entran por distintos lados un HADA y PUCK.
PUCK. —¡Hola, espíritu! ¿Hacia dónde vagas?
HADA. —Sobre el llano y la colina, entre arbustos y rosales silvestres, sobre el parque y el cercado, por entre el agua y el fuego; por todas partes vago más rápida que la esfera de la luna, y sirvo a la reina de las hadas para rociar sus círculos verdes. Las altasvelloritas son sus predilectas. Veréis manchas en sus mantos de oro: son los rubíes, ofrendas de hadas; en sus motas rojizas residen sus perfumes. Allí debo buscar algunas gotas de rocío y prender una
perla en la oreja de cada prímula. ¡Adiós, tú, el más grave de los espíritus! Me voy. Nuestra reina y todo su séquito vendrán en seguida.
PUCK. —El rey celebra aquí sus fiestas esta noche. Cuida de quela reina no se presente ante su vista, pues Oberón está muy enfurecido contra ella porque lleva de paje a un hermoso doncel, robado a un monarca de la India. Jamás había tenido ella un cautivo tan encantador; y el celoso Oberón habría querido hacer al muchacho caballero de su séquito, para recorrer los bosques inaccesibles, pero ella retiene por la fuerza al amado mozalbete, le corona de flores ycifra toda su alegría en él. Y por eso ahora nunca se encuentran en gruta, pradera, clara fuente o a la brillante luz de las estrellas sin que se querellen de modo que todos sus duendes, llenos
de miedo, se deslizan dentro de la corteza de las bellotas y se esconden allí.
HADA. —O me engaña en absoluto tu exterior, o tú eres ese duende maligno y despabilado que llaman Robin el Buen Chico. ¿Noeres aquél que asusta a las mozas aldeanas, espuma la
leche y, haciendo inútiles todos los esfuerzos del ama de casa, impide que la manteca cuaje y otras veces que fermente la cerveza? ¿No extravías a los que viajan de noche y te ríes de su mal? A los que te llaman Aparición y dulce Puck les adelantas el trabajo y les das buena ventura. ¿No eres tú ese?
PUCK. —Hablaste, hada, con acierto. Soy esealegre rondador nocturno. Yo divierto a Oberón y le hago sonreír cuando atraigo a algún caballo gordo y bien nutrido de habas
imitando el relincho de una yegua joven. Y a veces me acurruco en el tazón de una comadre, en forma de pero cocido, y cuando va a beber choco contra sus labios y hago derramar la cerveza sobre su marchito seno. La prudente tía, refiriendo un cuento triste, sueleequivocarme con su banqueta de tres pies; entonces resbalo por entre su nalgatorio, ella da de bruces y grita: «¡Sastre!», y cae en un acceso de tos. Y al punto la concurrencia, apretándose
los costados, ríe y estornuda y jura que nunca ha pasado allí hora más alegre. Pero ¡aléjate, hada, que aquí viene Oberón!
HADA. —Y también mi señora. ¡Ojalá él se marchara!
Entran por un lado OBERÓN, con su séquito,y por el otro TITANIA, con el suyo
OBERÓN. —Mal encuentro, por la luz de la luna, orgullosa Titania.
TITANIA. —¡Cómo! ¡El celoso Oberón! Hadas: saltemos de aquí; he renegado de su lecho y compañía.
OBERÓN. —¡Poco, a poco, jactanciosa coqueta! ¿No soy tu señor?
TITANIA. —Entonces, debo ser tu señora. Pero sé cuántas veces has abandonado el país de las hadas y, bajo la figura de Corino,has permanecido todo el día tocando la zampoña y entonando amantes versos a la amorosa Filis. ¿Por qué vienes aquí desde las más remotas estepas de la India? Sólo porque, de seguro, la intrépida Amazona, tu dueña en calzas, tu guerrera amante, está próxima a unirse con Teseo y vienes a colmar su tálamo de goce y de felicidad.
OBERÓN. —¿Cómo puedes tener la insolencia, Titania, de echarme así...
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