historia

. La construcción y consolidación del Estado liberal. 12.1. El reinado de Isabel II. La oposición al liberalismo [incluyendo cuestión sucesoria]: carlismo y guerra civil. La cuestión foral. Fernando VII quería asegurar la sucesión ya que no tenía descendencia. Casado con María Cristina de Borbón, en mayo de 1830 se anunciaba el embarazo. Un mes antes se había publicado la Pragmática Sanción de1789 que derogaba la Ley Sálica, lo que permitía reinar a las mujeres (futura Isabel II). En 1832 tuvieron lugar los sucesos de La Granja, una confusa sucesión de acontecimientos: aprovechando una transitoria crisis de salud, Fernando fue convencido por los absolutistas para firmar la derogación de la pragmática, lo que suponía que su hija no podría reinar. Pero, tras recuperarse, el rey revocódicho documento y dejó como heredera a su hija Isabel. El clima de guerra civil se anunciaba cuando Fernando VII falleció en 1833 e Isabel II, con solo dos años, fue proclamada reina. El carlismo fue un movimiento político cuyos orígenes se sitúan en 1820 con la regencia de Urgel y la guerra de los agraviados de Cataluña en 1827. Pero su puesta en práctica se produjo tras la cuestión sucesoria y lamuerte de Fernando VII al año siguiente. Su programa ideológico se resumía en la defensa de la religión, del absolutismo monárquico, del foralismo (de ahí el apoyo que recibió en Cataluña, País Vasco y Navarra) y de los privilegiados del Antiguo Régimen. Por esa razón su rechazo a las reformas liberales iniciadas en las Cortes de Cádiz. Como resultado, las bases sociales del carlismo fueron elclero, el campesinado, gran parte de la nobleza y sectores de las clases medias defensoras de los fueros. La primera guerra carlista se inició nada más morir Fernando VII en 1833. Castilla, Navarra y las provincias vascas se organizaron en partidas rurales bajo el jefe carlista Zumalacárregui. A estas zonas se sumaron partidas de guerrilleros en Aragón, Galicia y Asturias. Esta primera fase de laguerra finalizó con la muerte de Zumalacárregui en el asedio de Bilbao. La segunda etapa (1835-1837) se difundió por todo el territorio nacional. Destacaron las expediciones del general Cabrera. La acción más espectacular de esta segunda ase fue la Expedición Real, encabezada por Carlos María Isidro (llamado Carlos V por sus seguidores). Las tropas carlistas llegaron a las puertas de Madrid enseptiembre de 1837, pero el ejército isabelino, al mando de Espartero, obligó a los carlistas a retirarse. Este acontecimiento marcó un punto de inflexión en la guerra. De 1837 a 1839 tuvo lugar la tercera fase, que acabó con el triunfo de las tropas gubernamentales. Dentro del carlismo surgió una división entre los más conservadores (apostólicos) y los menos radicales (el general Maroto), partidarios denegociar. Triunfó esta última postura, lo que permitió la firma del Convenio de Vergara (1839) entre los generales de Espartero, dl ejército isabelino, y Maroto, del carlista. En él se prometía el mantenimiento de los fueros vascos y el reconocimiento de los oficiales del ejército carlista. Espartero lo incumplió posteriormente. El rechazo de este acuerdo por el sector apostólico y el propio donCarlos prolongó la guerra en Cataluña y Aragón hasta la derrota en Morella de las tropas del general Cabrera. La Segunda Guerra Carlista o Guerra de los Matiners tuvo lugar fundamentalmente en Cataluña entre 1846 y 1849 debido al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista, Carlos Luis de Borbón, que había sido pretendido por distintos sectores moderados de Isabel. Sinembargo, Isabel II terminó casándose con su primo Francisco de Asís de Borbón. El líder carlista más importante de este primer momento fue el sacerdote Benet Tristany. En 1849 se detuvo al pretendiente Carlos Luis cuando pretendía entrar por la frontera francesa y el General Cabrera tuvo que cruzar la frontera francesa ante la persecución del ejército gubernamental. El resto de las partidas...