historia

Federico Filchestein “La ideología de la dictadura”.
La propuesta de análisis que podemos reconocer aquí gira en torno a una ideología militar comparada a la ideología fascista, donde se analiza principalmente el rol que cumplió la iglesia en la dictadura militar (1976-1983) , en tanto que el discurso nacionalista se basaba en la “violencia sagrada” de la cruz y la espada.
El régimenmilitar, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, se centraba en la burocratización de la muerte, mediante una represión social sin precedentes, donde el enemigo era interno, para lo cual se hizo necesario combatir esta subversión para imponer así, una nueva realidad, la realidad de la ideología nacionalista. Esto se ve reflejado en tanto que “La idea de enemigo estaba relacionada con lanoción de sacrificio, su muerte era justificable y así, justificaba la ideología”. Esto es lo que Hugo Vezzetti entiende como una criminalización del Estado, que en nombre de la fe y la civilización cristiana consagraban el poder redencional de la violencia.
La Argentina era católica y militar, vale decir, que estos pensamientos, tanto religioso como político se fusionan apuntando a la redención delser mediante la destrucción de todo aquel que pensaba distinto. De esta manera, la iglesia argentina tuvo una relación casi orgánica con las desapariciones, en el sentido en que muchas veces eran advertidas y tuvo la posibilidad de evitarlas, e incluso hubo sacerdotes que participaron activamente en las torturas.
Asimismo, la dictadura concebía sus acciones como parte de una empresa comúncristiana, a través de una justificación eclesiástica y donde las acciones pertenecían al Estado. A esto se refiere Massera al decir “nosotros cuando actuamos como poder político seguimos siendo católicos, los sacerdotes católicos cuando actúan como poder espiritual siguen siendo ciudadanos…”. Tomando en consideración las practicas nazis, es posible observar aquí, que comparten con los militaresargentinos, la fascinación por el secreto e incluso el mismo lenguaje de exterminio, producto de una “afinidad electiva”.
Se manifiesta además, la idea de botín de guerra, donde los militares tienen la posibilidad de llevar la desaparición un paso mas allá, lo cual implica que la víctima perdía su identidad a través de la tortura que la degradaba y deshumanizaba, al punto del sacrificio de su identidadrepresentado en la muerte como “desaparecido”. Esta situación de no lugar, de no ser en la muerte Videla la definía como “entelequia”, al igual que para él, la condición de irrealidad del desaparecido garantiza a los militares ser dueños del destino de los prisioneros como de su muerte apoyándose en la idea de que “los desaparecidos son eso, desaparecidos; no están ni vivos ni muertos, estándesaparecidos”.
De esta manera, los hijos en cautiverio, en tanto que en calidad de desaparecidos, representan el intento militar de desconocer el pasado anclado en la identidad perdida de sus padres, garantizando a los perpetradores una victoria de su memoria ideológica por generaciones; es así como la dictadura argentina además consumar el sacrificio físico, se apropia de la identidad de loshijos.
Otro punto que se plantea en el texto, refiere a la cuestión del racismo como un elemento central en los campos, a partir del cual también justificaban desapariciones y muchas veces determinaban quien vivía y quien moría. Así es como también el racismo se vinculaba con una imagen sexualizada del enemigo donde estos son definidos sexualmente como heterodoxos. El énfasis de la ideologíanacionalista se muestra en el supuesto machismo de los perpetradores.
El régimen militar contó con el apoyo masivo popular a través del mundial del fútbol de 1978, el cual fue presentado por la propaganda oficial como una defensa frente al enemigo, por este entonces, si los enemigos representaban lo foráneo y lo antiargentino, la dictadura se identificaba con lo “sagrado”. En relación a esto, Videla...