Historia

Desde que venimos al mundo nos caracterizan ciertas emociones, comportamientos y talentos que nos hacen únicos entre tantas personas, es así como nace la necesidad de encajar en la realidad queconforma nuestras vidas.
Busca saciar sus deseos el huérfano pobre y la noble mujer de bonitas vestimentas. No es cuestión de en qué posición social estemos, es sencillamente nuestra condición de humanosla que nos obliga a perseguir lo que nos llena, todo aquello por lo que estamos dispuestos a sacrificar lo mucho o lo poco que tenemos.
La Francia en tiempos de revolución distinguía muy bien lasclases sociales, casi al punto de estando relativamente tan cerca unos de otros se ignoraba por completo las realidades tan dispares que otros patriotas vivían. Aunque a simple vista la suerte de losmendigos en las sucias calles y las pobres plazas de mercado era deplorable, si trascendemos y vemos mas allá de lo que nos muestra los lujos y las adornadas carrosas, quizá podemos darnos cuenta queno siempre la suerte del noble es la más envidiable.
Confrontando ambos personajes, Maria Antonieta y Jean-Baptiste, sus suertes no son del todo tan opuestas; no es muy diferente el comportamiento deuna madre que abandona a su recién nacido en una plaza a el de una que obliga a casar su hija con un perfecto desconocido para sostener lazos diplomáticos, ambas situaciones evidencian el poco afectoque se tiene por su hijo.
Sin embargo, a pesar de las no tan cómodas situaciones en las que los situan sus madres, ambos terminan haciendo lo que les da placer, lo que los hace felices, sin teneren cuenta los medios que utilizan para tal fin.
Jean-Baptiste por su lado, encuentra verdaderamente placentero el mundo de los aromas, habiendo nacido rodeado de tan fuertes olores, podredumbre yrestos del pescado, encuentra fascinante cada uno de los olores que percibe, a tal punto de sentir el mundo mediante ellos. Así crece, siendo apartado de los demás por su extraña obsesión por los...