Historia

Historia, digitalización y falsa memoria

Enviado por ei en Junio 3, 2010 – 12:48 pm
Arnaldo M. Fernández
La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tomó yala decisión de almacenar por completo en disco duro los archivos de Twitter, para ponerlos a disposición de los historiadores. Dicen que el ritmo twittérico anda por 50 millones diarios yparece histórico (¿primera vez?) que se acuerda digitalizar TODO, esto es: sin previa selección de contenidos. Así que los historiadores tendrán que cifrar sus esperanzas en que lacantidad se transforme en calidad, pero esa fe hegeliana queda socavada por la certidumbre de que muchos twitters no portarán información útil.

Lo peor es que de antemano no sesabe cuáles y para discernirlos sólo se dispone de hashtags, que la gente pega para foros de discusión, así como de palabras clave, que se vuelven traicioneras con el cambio decontexto. Quizás habría que clasificar mejor por las claves de quién, a quién, cuándo, desde dónde y adónde. Todo un rollo, pero si historiadores minuciosos han sacado datosrelevantes de armarios y cajones polvorientos, ¿no lo harán más cómodo con herramientas informáticas?

Google tiene ya, por ejemplo, el programa Replay para mostar la dinámica de asuntosabordados en Twitter. La decisión de la Biblioteca del Congreso abre más espacio a las tendencias de historiar desde abajo (el común de las personas) y desde dentro (de laspersonas extraordinarias). Sin embargo, el criterio de fiabilidad de la información se complica, porque hasta hoy los twitterosno escribían para la historia, pero ya saben que sí.Muchos adoptarán entonces la tesitura de Máximo Gómez y otros: llevar sus diarios con sumo cuidado, anticipándose a que serán publicados. Así proseguirá cundiendo la falsa memoria.