historia
E}L PABELLÓN DE MIES
(El arquitecto von der Rohe ha hecho algo modernista muy
acentuado, con sólo líneas rectas horizontales y verticales, y
con mate¡iales ricos, como bloques de mármoles, del país e
italianos, y dobles paredes de misterioso cristal.
Resulta distinguido su coniunto; ra¡o por su estructura, con
dos estanques, sala oficial y amplios pasillos. Se dijoque los
cristales son miste¡iosos porque una Persona colocada frente
a uno de estos muros se ve rellejada como en un espeio' y si
traslada detrás de aquéI, entonces ve perfectamente el exterior. No todos los visitantes se Itan en tan curiosa particulase
ridad, cuya causa
se
ignora.o
Eliseo S,qNz B¡Lz,c, No tas de un lisitante, Ba¡celona, 1930
PO*
un
"*olo.ador
esimportante prestar la máxima atención
a
cuanto digan los indígenas, porque ahí va a encontrar pronunciadas -sin
traducción ni reserva alguna- las ingenuas emociones que despierta en
inmaculado salva.je cada impresión recibida. Remontando entonces el
curso hacia las fuentes -partiendo de la palabra pronunciada, pasando
el
por el sentimiento expresado, dejando atrás la impresión recibida-el
uplorador podrá llegar así al objeto que lo ha producido todo; el pabellón de Alemania, en nuestro caso, de otra forma desconocido para cualquier investigador moderno.
6j
no
Pero, para conseguir este reencuentro con el obieto Primitivo'
que
los resabiados'
sirve cualtuier indígena: sólo los ingenuos Nunca
que trazan pistas falsas que no conduañaden sorpresas por su cuentá,
quedescriben emociones producidas sólo por el afán
."n u lrrgu.
"lg.rno,
de interesar al extranjero.
llevan
Un ejemplo de malos indígenas: los hawayanos, que siempre
de crin de coco'
ropa interior bajo sus collares de flores y sus cinturas
su emotivo artículo
el mismo 1929: (Des touristes et
sobre el Pabellón, publicado durante
Otro ejemplo: quienes cita Nicolás Rubió en
"Ce pavillond'extreme avant-garde, ont pu lui reprocher:
ils on dit
n'est paltout á fait dernie¡ cri". lls en on voulu á l'architecte'
qu'il ne faut pas apporter des sous-nouveautés aux Expositions Internapudieran ser
tionaleso.r Uno no sabe, o no se atreve a imaginar, quienes
des indigénes
(Poco
ir¡eductibles nativos que' en la Barcelona de 1929, encontraban
sus
modernoo el Pabellón de Mies:Rubió, discreto, olvida mencionar
esos
nombres.
una taza
Más ejemplos, porque esos indígenas petversos forman
en el n' 57 de la ¡evista CAU (véase
correosa y prolífica: quien escribe,
siendo hora de oponer
Ia Nora al final de este texto)' que quizás ya vaya
han
nnuevas interpretaciones) a las (Yieias interPretaciones) que siempre
de Alemania'
otorgado el monopolio de la calidad y delinterés al Pabellón
muy posible que haya más de uno que llegue a encontrar interés
de la Conen los pabellones de Yugoslavia, de los Almacenes Casa Jorba'
otro de los rancios ejerfederación Hidrográfica del Eb¡o o en cualquier
expresiocicios que combinan groseramente chistes futu¡istas' efectos
rápidamente
nistas mal recordados y descomposiciones neoplasticistas
a disfrutar con ello' Alejadode esos
congeladas. Y quizás alguien llegue
Es
"Este pabellón no está
nTuristas e indigenasde vanguardia extrema le han reprochado:
i"i.'r,icado aiarquitecto, han dicho que no deb€n traerse sub-noved¿'
trii-á
I
¡
g'-:
des a las Exposiciones
lnternacionales'
matices, a mí sólo me han enseñado que el Pabellón de
Mies se basta por sí solo para explicar el tránsito de laarqui-
tectura moderna desde los confiados años heroicos de las
vanguardias hasta la lánguida contemplación más resignada del Internqtíon¡?l Sttle, y que el Pabellón es, además,
o quizás sobre
todo, un objeto bello y emotivo, indiferen
te a competiciones de mayor o menor modernidad con
quienes pasan por su lado,
Por el placer que siempre me ha dado mira¡ sus fotografias o seguir los...
Regístrate para leer el documento completo.