historia
Diego solía visitar siempre el mismo café, era un hombre marcado por la rutina, pero él no lo hacíaporque sí, andaba metido en algo, algo que él creía le daría el dinero y la fama que haría despegar su carrera.
La gente solía pensar que Diego era un músico sin futuro, casi frustrado, pero suapariencia tampoco hacía nada por desmentirlo. Tenía el pelo castaño, medio largo, lo que le permitía tener un flequillo despeinado que le tapaba parte de la frente, la expresión de sus finas cejas y susojos verdes entrecerrados provocaban en él ese aire de recién levantado y fracasado. Su nariz pequeña y sus labios rosados conseguían un gran atractivo, lo que despertaba un gran interés entre lamayoría de mujeres. Su complexión delgada junto a su ropa desgastada y un poco amplia le daba un aire de desgana, algo relacionado con su personalidad.
Un día ellos contactaron con él y concertaron unencuentro en el café al que solía ir. Y allí estaba él esperando sentado en la barra a que se presentaran, sintiendo unos nervios que le recorrían el cuerpo y aceleraban su corazón hasta el punto que casila camarera podía escuchar sus latidos. Entonces la puerta se oscureció con una gran silueta, una silueta propia de cualquier portero de discoteca. Él matón entró y se sentó a mi lado, pidió unwhisky y me miró. Su mirada penetrante me asusto, entonces sus labios comenzaron a moverse diciendo:
— Solo tienes que hacer un único trabajo y te transferiremos el dinero. Entrega esta carta hoy a las alas cinco menos cuarto de la madrugada en la nave número cinco situada en la parte oeste del muelle, si fracasas ya sabes lo que te espera. Puedes marchar.
— De acuerdo— contestó Diego nervioso...
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