historia
Como no era poseedor de una fortuna personal, debía encontrar empleos que le permitiesen tener un ingreso, y al mismo tiempo, que no lodistrajeran de su auténtica vocación: la investigación histórica y geográfica. Su éxito en este terreno fue sólo moderado, en el mejor de los casos, y lo expresó de manera extremadamente precisa con una frase que se ha hecho famosa: "De continuo estoy reducido a una triste alternativa: cuando tengo tiempo no tengo pan, y cuando tengo pan no tengo tiempo". Si bien consiguió empleos que a vecescoincidieron con sus intereses intelectuales (como cuando fue director del Archivo General de la Nación, en la década de 1850), en ocasiones tuvo que trabajar simplemente como funcionario (oficial mayor del Ministerio de Fomento durante el gobierno de Comonfort, por ejemplo). Su mala suerte quiso que un empleo adecuado para su vocación, como el de director del Museo Nacional, le fuese otorgado nadamenos que por el gobierno de Maximiliano. Así, al restaurarse la República fue juzgado como traidor y encarcelado, aunque Orozco y Berra argumentó que la razón fundamental que lo había llevado a colaborar con el gobierno intervencionista había sido la necesidad de ganarse el pan. En un país sin instituciones académicas y científicas con una mínima solvencia financiera, los hombres como él no tenían,simplemente, horizontes profesionales distintos a los que penosamente fue encontrando Orozco y Berra, mezclando política, administración y ciencia, en un momento en que la política era extraordinariamente volátil. La administración apenas existía y la ciencia debían hacerla algunos individuos audaces en los ratos libres que les dejaban las dos ocupaciones anteriores...
¿Podemos imaginarrealmente las circunstancias en que vivió Orozco y Berra durante los años de su formación intelectual, y las condiciones en que debió desarrollar su carrera político-administrativo-académica? No es seguro, pero tal vez nos ayude el testimonio de un conocido suyo, el expedicionario y fotógrafo francés Desiré Charnay, quien lo trató a finales de la década de 1850. Charnay expresaba su asombro ante lascondiciones de supervivencia casi milagrosa de México a lo largo de lo que entonces era toda su vida independiente: Cuarenta años de luchas, de guerras civiles y de terribles devastaciones no han podido agotar la fuente de sus riquezas. Unos pocos meses de descanso le proporcionaban un nuevo vigor, y todo parece revivir en el momento en que todo debería sucumbir.
También nos dejó Charnay unaabrumadora descripción del medio en que debían sobrevivir aquellos jóvenes talentosos que, como Orozco y Berra en su momento, se incorporaban a la administración pública sólo para enfrentarse al canibalismo político y la frustración: no es raro encontrar entre los jóvenes ambiciosos un talento sobresaliente, una instrucción sólida, fruto de un trabajo empeñoso, y la habilidad para expresarse en dos otres idiomas, que hablan con facilidad. ¿Cómo explicarse que una vez en el poder estas brillantes cualidades desaparezcan para dejar en su lugar una nulidad desesperante? Se debe a que encuentran, en su oportunidad, de parte de los otros, esta misma oposición sistemática que habían puesto antes en práctica con deplorable obstinación; todo se paraliza entre ellos y sus facultades apenas les...
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