historia

Un querer para la eternidad
Habían hecho un hueco grande y profundo acorde las proporciones de su cuerpo y alma, esa mañana no iba ser la misma de siempre, el sol por primera ves en sesentaisiete años salió nublado por las nubes que tornaron a un color oscuro a su habitual color blanco que la asían notar como algodón desprendido en el aire, las gallos no cantaron como solían hacerloimponiendo su canto cual orquesta de trompetista añejos, el sauce en el medio de plazuela repentinamente dejo caer sus hojas al camino donde pasaban los amantes entrecruzados de los brazos cual domingo de ramos .
No había que pedir menos la muerte había dejado de esperar a Victoria Cuatro Pilares, ya sin signo de vida postrada en la cama que estaba hecho de los maderos del barco en que vino aparar a La Bastida, estaba rodeada de su esposo y sus hijos, todos lloraban desconsolados a la gran matriarca . Al pasar las horas en rumor se fue corriéndola noticia y entonces comenzaron a tocar su puerta sus allegados gente conocida familiares lejanos y toda clase de borracho que aseguraban conocer tan bien Victoria que parecían haber perdido una madree, estas solo eran escusas parapoder tomar los licores que se darían en el funeral, ante ello un hombre escueto con traje de antiguo limeño y bigote bien acomodado venia a medio morir con los ojos sollozos. El esposo e hijos hicieron los preparativos para el primer velatorio en la historia de La Bastida, compraron el cajón de madera de roble y arreglo de solo rosas de color rojo y blando cual fue su voluntad minutosantes de desfallecer, consiguieron velas grandes como las que se prende en las imágenes de santos de la iglesia, a ello se sumaba las coronas estrepitosas de distintas familias en muestra de respetoso sobrentendido que tenia hacia la matriarca ante ello también recibieron un ramo de rosas que curiosamente eran de color blanco y rojo.
Ya en el funeral la muchedumbre hablaba de la gran mujer queen vida fue, del ejemplo de madre, de tantas cosas que llenaban de elogios al cadáver. En un rincón se encontraban los borrachos ya bien acomodados tomando el anisado entregado por la familia junto a ellos se encontraba en el vetusto hombre con pinta de limeño antiguo llorando en silencio como si hubiese perdido parte de su alma, uno de los hijo al verlo con mas pena que su pena, sesorprendió pues parecía haberla conocido de varios años por la forma en la que se ahogaba en sufrimiento, dirigiese al vetusto hombre diciéndole:
Señor eh notado su sufrimiento dígame usted a conocido a mi señora madre en vida.
A lo que el viejo limeño levanto la mirada con ojos de ha ver mirado a un muerto se sorprendió al reconocer el rostro, ya estando más calmado dijo:
Hace décadas atrás queno la veo y hoy que lo hago ella parece la misma que ase cincuenta años atrás…
La conversación torno a un silencio eterno, pues efectivamente Don tenorio el viejo criollo la había conocido cuando ella apenas tenia quince años, la vio por primera ves en la baranda del barco que venia de Italia después de las vacaciones por toda Europa, como hipnotizado por la belleza de Victoria se comoestatua cuando ella lo miro por primera ves con esos ojos color café. Un ruido rompió la perplejidad de un joven Tenorio.- ¡Tenorio ven rápidamente! Su madre a los lejos le grito.
Ya al pasar las horas Tenorio no dejaba de pensar en joven bella, comenzó a planear como poder conquistarla y entonces se puso a escribir cartas y cartas de poemas a su musa, escribía y arrancaba hoja trashoja no sabia expresar lo que sentía era algo tan puro tan intenso que parecía casi divino que alguien tuviera semejante sentimiento. Hoja tras hoja no lograba nada a pesar que lo que escribía era bueno como el poema sin terminar en la que decía:
Con palabras humanas quisiera decirte lo que este amor divino me dice
Decírtelo con palabras de ángel y robarte el alma como demonio...