Historia




Universidad de Buenos Aires.
Facultad de Psicología.


Nombre y apellido: Jorgelina Díaz Cabrera.

Título del informe: De la seducción a la fantasía. Un revisión por las justificaciones que ofreció Freud para abandonar la teoría de la seducción y la insistencia por el retorno del trauma sexual en sus discípulos.

Nombre del seminario: Figuras de la determinación familiar en elpsicoanálisis.
De la teoría de la seducción al Anti-Edipo.

Docente responsable del seminario: Mauro Vallejo.

Número de comisión de trabajos prácticos: 5.

Nombre y apellido del docente de trabajos prácticos: María Victoria Sánchez.

Nota del primer parcial: 9

Email: jorgelinadc@gmail.com

Teléfono: 155-749-3864

Fecha: 30 de octubre de 2012.

Índice

1. Introducción…………………………………………………………………. 3
2. El corto camino de la Teoría de la seducción ……………………………….. 5
3. El fin de la seducción ……………………………………………………….. 6
4. El retorno de sus discípulos ………………………………………………..... 8
5. A modo de cierre ……………………………………………………………. 10
6. Bibliografía …………………………………………………………………. 11
























1. Introducción.

En 1885, cuando Sigmund Freud (1856-1939)acababa de terminar la carrera de medicina, realizó un viaje de estudios a París para trabajar durante algunos meses con el neurólogo Jean Mártin Charcot (1825-1893). Se trataba, ya en ese entonces, del terapeuta francés más ilustre de la época y de un ultrajante defensor de la hipnosis como método terapéutico de la histeria.
No es de extrañar que “El padre del psicoanálisis”, haya dado a entender,en varios de sus escritos posteriores, que el germen de la nueva ciencia fue sembrado en París. Se trataba de un paso decisivo, que sentaría las bases de lo que después se convertiría en la primera gran teoría Freudiana acerca de las neurosis.
Desde el 3 de octubre de 1885 hasta el 28 de febrero de 1886, tiempo en el que Freud estuvo en París, no solamente compartió experiencias yexperimentaciones con su maestro Charcot, sino que tuvo acceso a un grupo de ilustres médicos franceses, entre los que se encontraba, por ejemplo, Paul Brouardel (1837-1906). Con él tuvo la posibilidad de recorrer las morgues parisinas y presenciar, en al menos una oportunidad, la autopsia de un menor muerto a causa de un abuso sexual por parte de un adulto. En su estadía, también se nutrió de una bastaliteratura que certificaba la realidad y la frecuencia de estos ataques en la primera infancia.
Menos de diez años después, en 1896, Freud hizo pública por primera vez, en la conferencia titulada “La etiología de la histeria”, la tesis que afirma que “en la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias […] de experiencia sexual prematura y pertenecientes a la tempranísima niñez”(Freud, 1896: 202).
Sabemos que Freud era conciente de lo revolucionario de su teoría porque incluso llegó a sostener que se trataba del “descubrimiento del origen del Nilo de la neuropatología” (Freud, 1896: 202). Ahora bien, si conocía la fuerza perturbadora que iban a tener sus palabras entre sus colegas de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Viena, no se explica cómo se expuso ante elloscon tanta seguridad y que, tan sólo un año después, haya comenzado a plantearse que tal vez su tesis era equivocada.
Sabemos también, por las cartas que le envió a su amigo Wilhelm Fliess (1858-1928), que en 1897 comenzó a pensar en una nueva fuente para la etiología de la histeria: la fantasía. Sin embargo, a este hecho le siguieron varios años sin publicaciones relevantes.
Fue recién en1905, en “Tres ensayos sobre una teoría sexual”, donde afirmó públicamente que “no se requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño” (Freud, 1905: 173).
En este contexto, Karl Abraham (1877-1925), discípulo de Freud, publicó dos textos que, sin oponerse a las nuevas tesis del maestro, intentaron sostener la teoría del trauma sexual. Nos estamos refiriendo a...