historia
Si se concibe el lunfardo como un argot porteño alprincipio, definitivamente argentino a estas alturas, que ha ido mutando a lo largo del tiempo sin desaparecer, se entenderá el rol decisivo que los medios masivos de comunicación cumplieron durante lasegunda parte del siglo XX en la circulación de este vocabulario.
El análisis de la recurrencia del lunfardo en el cine debería ser tema de un estudio por separado. Por citar sólo un ejemplo,resulta llamativa la cantidad de lunfardismos expresados nada menos que en los diálogos de la primera película sonora argentina, Tango, dirigida en 1933 por Luis Moglia Barth. De todos modos no deberíacausar sorpresa, ya que en la escritura del guión participó el poeta Carlos de la Púa, cuyo nombre no figura en los créditos del film, pero sí en el afiche que publicitaba su estreno. Algunas de lasfrases incluidas son: «Se le cortó el chorro en lo mejor de la apolillada», «el estrilo se le está espiantando por la camiseta», «me caché un metejón bárbaro con una mina», «se lustra los tarros conagua colonia», «como un lonyipietro se calló la boca», «Mecha le llenaba el coco con macanas», «nos rajamos en el primer piróscafo», «estaba esgunfio de esa vida» y «manyen el taconear de esas minas».También el lunfardo ha sido muy utilizado en letras de rock y en un efímero subgénero de la música tropical: la autodenominada «cumbia villera». La propalación de estos temas a través de la radio...
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