Historia

¿Cuán rupturista es el progreso moderno de finales de siglo XIX y comienzos del siglo XX?









Tomás Massai Hamilton
16 de septiembre, 2014

Ya sea desde una visión dual (Howard, 1999) o de una perspectiva de la modernidad como proceso que va a distintos tiempos (Mayer, 1984), queda en evidencia que a fines del siglo XIX y comienzos del XX, no había solo unacara visible de la modernidad. Ésta se planteaba como desafiante para el modelo existente, del cual se buscaba rescatar ciertos elementos, a la vez de ofrecer innovaciones y novedades muy llamativas en lo que es calidad de vida y ciencia. Por ello, se puede decir que incluso para el sujeto social propiamente moderno -el burgués- la modernidad no era un horizonte en el cual descansar plenamente,sino que estaba lleno de contradicciones y dudas: la modernidad le era problemática.
Hay que comenzar cualquier análisis de esta época comprendiendo cabalmente lo que es la modernidad y las implicancias que tiene para la Europa de la época. Por ello, la manera en que Howard lo hace se vuelve significativa:
“El término se había usado antes para distinguir el periodo posterior a la ilustración delanterior a ella, cuando se buscaba la autoridad en los clásicos. Ahora llegó a significar una ruptura aún más total con el pasado, el rechazo a una tradición cultural que arrancaba del renacimiento e incluso de antes… Todo ello indicaba un rechazo despectivo del pasado y una búsqueda de modos de expresión adecuados para una era de ciencia y secularismo.” (Howard, 1999, pág. 30)
Pues hay queentender como modernidad como producto de la crisis del antiguo régimen, situándola siempre en su contexto de surgimiento y las problemáticas que en él existían. En otras palabras, la modernidad no es una ola de cambios que invadió Europa desde afuera, sino el producto de todos los quiebres y falencias que hicieron del antiguo régimen un sistema inllevable. Muestra de ello es la Revolución francesa,una explosión de fuerzas inconmensurables cuyas banderas de lucha por la igualdad, libertad y fraternidad iban bajo la premisa de construir un mundo nuevo para el hombre nuevo, este hombre que vivió por siglos oprimido por la estructura rígida y alienante del absolutismo de la edad media, pero que a su vez le impacta y asusta la manera en que se van construyendo los cambios y progresos modernos.Desde este hito coyuntural que es la Revolución Francesa, comienza el proceso modernizante de Europa, en el cual prima la racionalización con la cual el hombre se enfrenta al mundo. Sin embargo, “Incluso en Francia, donde entre 1789 y 1793 se declaró el fallecimiento legal del Ancien Régime, éste siguió saliendo violentamente a la superficie y continuó existiendo en muchas formas durante más de unsiglo.” (Mayer, 1984, pág. 17). Por ello, es preciso considerar que ningún cambio así de radical se da de la noche a la mañana; es necesario que los hombres vayan tomando consciencia del proceso que viven y lo construyan desde las dialécticas propias del progreso, sobretodo dada la inercia propia del antiguo régimen en la que estaban situados.
Por ello, a lo largo del presente trabajo -centradoen la Europa de fines del siglo XIX y comienzos del XX-, planteo que la idea de progreso y eurocentrismo modernos debe ir de la mano de una concepción de la misma modernidad como proceso de individualización de la conciencia que fue problemática, y no comprenderla un momento histórico con un comienzo determinado; pues está llena de una carga política, social y económica conflictiva de la cual nose puede desprender.
En primer lugar, es necesario analizar la dinámica interna de la economía bajo esta percepción de la modernidad como proceso: el modo capitalista de producción, de propiedad e intercambio, se constituyen una serie de cambios que se fueron dando a lo largo del tiempo y que generaron problemáticas a nivel social y cultural. Sin embargo, cabe destacar que “De todos modos, como...