historia

Narraciones políticas en pugna. Ganamos la paz vs Carta abierta
Empecemos por dos discursos, por dos voces para intentar comprender. Una, la del Estado, que tiene el monopolio de la fuerza y la palabra, que impide la circulación de otras voces opositoras, que despliega su voz marcando las otras, que tacha, que censura, persigue y mata. Que quiere y necesita imponer una narración diurna quejustifique la matanza nocturna. Otra, la de un escritor y periodista, nos referimos a Rodolfo Walsh, que desde la clandestinidad escribe un balance del primer año de gobierno dictatorial. Una voz es también imagen: Ganamos la paz es un institucional de la dictadura cuya duración es de aproximadamente 26 minutos (el libro-guión lo firma Gabriel Raymboud, la dirección corre por cuenta de FranciscoJavier Mendoza). La otra voz, la de Walsh, tiene la forma de una carta clandestina, que asume que no será escuchada sino más bien, perseguida: la Carta abierta a la junta militar. No hay parangón entre la difusión de un material y otro en el momento de su producción. Uno machaca desde la televisión a la sociedad respecto de cómo hay que ponderar y entender la “paz” lograda. El otro denuncia, mano enmano y boca a boca ya desde marzo de 1977 un plan sistemático que intenta destruir todas las resistencias del pueblo. Hoy la carta de Walsh es una pieza mundialmente conocida y se estudia en las escuelas y en los institutos. El institucional de la dictadura, mucho menos conocido, es una pieza de propaganda dictatorial que también necesitamos estudiar para comprender lo sucedido. ¿Por qué? Porque esla voz oficial, es la voz de Estado, es la voz y las imágenes a partir de las cuales la dictadura se presentaba ante la sociedad y se pensaba a sí misma. Intentemos escuchar esa voz porque quizás, por el contraste mismo que produce, se comprende aún más la importancia de la Carta abierta de Walsh.     
“El sol está siempre allí y su luz ilumina todas las cosas y todos los actos, hasta en lassombras más espesas llegan algunos de sus reflejos para aclararnos la realidad. Como en todas las verdades que veremos, imágenes auténticas, hechos reales, captados por lentes inexorables.” 
Así comienza Ganamos la paz. Es preciso iluminar algo, hay algo que mostrar, y ese algo se irá develando a lo largo del audiovisual: el origen de la violencia. Con todo, primero hay que colocar las premisas:¿quiénes somos? Somos el suelo y el paisaje, somos la riqueza infinita y el clima generoso en matices. Somos un país que llama a la codicia de hombres de todo el mundo pero también a la búsqueda de la libertad. Somos gente de familia, trabajo y tradiciones. Somos el granero del mundo, pero también industria de acero y alta tecnología. Somos reconocidos en el mundo por todo esto, por nuestros alimentos ynuestros gauchos. Pero también por nuestros hombres de ciencia y del deporte: así se suceden a las imágenes de aquella riqueza las otras, las imágenes de Houssay, Leloir y Saavedra Lamas junto a Locche, Monzón, Galíndez, Reutemann y Vilas, la selección de fútbol (que pronto disputará el mundial) y los equipos de polo. Si esto somos, ¿cómo se originó la violencia?  
La voz dice: “En la Argentinase vivía en paz pero en el mundo se expande el cáncer de la violencia ideológica”. La metáfora del cáncer que hay que extirpar fue una de las predilectas de la dictadura. El institucional abusa de ella. Este cáncer viene de afuera pero prende fuerte adentro. Las imágenes se multiplican, primero Fidel Castro, luego declaraciones del Che Guevara, hablando de la adhesión al socialismo y a la URSS.¿Qué pasó entonces, años más, años menos, desde los 60? Dice la voz del gobierno: “Ese movimiento se infiltró en nuestra sociedad. Sembró armas en la América pacífica, engañó a jóvenes y adultos, enseñó a matar.” En cada lugar en el que pudieron entrar (y ahí aparece el Chile de Salvador Allende) usaron la democracia para entregar a los pueblos “al marxismo internacional”.
La voz de un Estado...