Historia
En un marco de lo más formal (la Universidad de Oxford), y con citas continuas de historiadores ingleses,muchos de ellos predecesores suyos en la misma tribuna, esta serie de conferencias se escalonan siguiendo un hábil procedimiento ascendente para contestar a su propia pregunta que sirve de título al volumen. Como cualquier historiador, tiene que hacer frente, en primer lugar, al problema metodológico, a la definición de su quehacer, a la relación entre los hechos y quien los maneja para darlessentido (''el historiador de los hechos''); la contradicción secular entre quienes siguen el criterio positivista de la sacralidad de los hechos, con el historiador como simple compilador lo más alejado posible de la tentación valorativa, y aquellos que no admiten la posibilidad de este tratamiento objetivo, se salva a juicio de Carr eliminando las barreras artificiales que separan al sujeto(historiador) del objeto (los hechos), sustituidas por la interacción de ambos factores: el primero selecciona hechos (es inevitable porque tiene que partir de hipótesis), pero a su vez los hechos modifican o perfilan la hipótesis, de modo que el trabajo del investigador no se divide tampoco en una primera fase de acumulación de datos y una posterior de ensamblaje y clarificación, sino que los dos niveles seimbrica en un proceso simultáneo, como se intrinca la historia-realidad con la historia-investigación.
Resuelto el primer obstáculo, asalta otro de los escollos más controvertidos: Es la sociedad o el individuo el protagonista de la historia? La conclusión del punto anterior nos adelanta ya la forma en que Carr resuelve ahora el problema: también aquí se produce una interacción: el individuo,los ''grandes hombres'', no son descartables en la dinámica de la historia, pero su actuación no se realiza en estado puro; su pertenencia a una sociedad les hace dependientes, quieran o no, de una realidad externa a ellos, pero que les proporciona los instrumentos de pensamiento y de acción a los que, por su parte, incorporarán su aportación personal: la nariz de Cleopatra no fue en sí un factor...
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