Historia
- Estoy encantado con el cambio-repetía el sapo con orgullo- prefiero mil veces las dulces golosinas que seguir comiendo sucias y asquerosas moscas.
Viendo el ragalo tan maravilloso que suponía aquella dentadura para el sapo, y elpoco cuidado al elegir sus comidas, el mago no dejaba de repetirle:
- Cuida tus dientes, Sapo. Lávalos y no dejes que se enfermen ni tengan caries. Y sobre todo no comas tantas golosinas...
PeroSapo no hacía mucho caso: pensaba que su dentadura era demasiado resistente como para tener que lavarla, y las golosinas le gustaban tanto que ni intentaba dejar de comerlas.
Así que un día aparecieronlas caries en su dentadura y se fueron extendiendo por su boca poco a poco, hasta que al descuidado de Sapo descubrió que tenía todos los dientes huecos por dentro, y se le empezaron a caer. Intentócuidarlos entonces, pero ya poco pudo hacer por ellos, y cuando el último de sus relucientes dientes cayó, perdió también el don de hablar.
¡Pobre Sapo! Si no lo hubiera perdido, le habría podidocontar al mago que si volviera a tener dientes los cuidaría todos los días, porque no había nada más asqueroso que volver a comer bichos ¡puaj!
Había una vez una mariposita que vivía con sumamá y su papá en una casa bonita.
Un día, la mamá la peinó con hebillas de colores, le puso perfume y le dijo que sería su primer día de clases.
Mariposita se puso contenta y revoloteaba algonerviosa de un lado a otro. Ella todavía no había ido nunca a la escuela, porque aún era chiquita, así que se fue esa tarde llena de ilusiones.
Al principio estaba toda entusiasmada. Le gustaron los...
Regístrate para leer el documento completo.