Historia
497. El nuevo humanismo proclamado por la Iglesia que rechaza toda idolatría, permitirá «al hombre moderno hallarse a sí mismo, asumiendo los valores del amor, de la amistad, de la oración y de la contemplación. Así podrá realizar en toda su plenitud el verdadero desarrollo, que es el paso, para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas a condiciones máshumanas» (PP 20). De este modo se planificará la economía al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía , como sucede en las dos formas de idolatría, la capitalista y la colectivista. Será la única manera de que el «tener» no ahogue al «ser».
551. Ante esta realidad, «la Iglesia quiere mantenerse libre frente a los opuestos sistemas, para optar sólo por el hombre. Cualesquierasean las miserias o sufrimientos que aflijan al hombre, no será a través de la violencia, de los juegos de poder, de los sistemas políticos, sino mediante la verdad sobre el hombre, como la humanidad encontrará su camino hacia un futuro mejor» (Juan Pablo II, Discurso inaugural III 3: AAS 71 p. 199). Sobre la base de este humanismo, los cristianos obtendrán aliento para superar la porfiadaalternativa y contribuir a la construcción de una nueva civilización, justa, fraterna y abierta a lo trascendente. Será, además, testimonio de que las esperanzas escatológicas animan y dan sentido a las esperanzas humanas.
552. Para esta acción audaz y creativa, el cristiano fortalecerá su identidad en los valores originales de la antropología cristiana. La Iglesia, «no necesita, pues, recurrir asistemas e ideologías para amar, defender y colaborar en la liberación del hombre: en el centro del mensaje del cual es depositaria y pregonera, ella encuentra inspiración para actuar en favor de la fraternidad, de la justicia, de la paz, contra todas las dominaciones, esclavitudes, discriminaciones, atentados a la libertad religiosa, opresiones contra el hombre y cuanto atenta contra la vida» (JuanPablo II, Discurso inaugural III 2: AAS 71 p. 199).
553. Inspirándose en estos contenidos de la antropología cristiana, es indispensable el compromiso de los cristianos en la elaboración de proyectos históricos conformes a las necesidades de cada momento y de cada cultura.
554. Atención y discernimiento especiales debe merecer al cristiano su eventual compromiso en movimientos históricosnacidos de diversas ideologías que, por otra parte, son distintos de ellas. Según la doctrina de Pacem in Terris (nn. 55 y 152) retomada en Octogesima Adveniens, no se puede identificar las teorías filosóficas falsas con los movimientos históricos originados en ellas, en la medida en que estos movimientos históricos pueden ser influenciados en su evolución.
ENCICLICA REDENTOR DEL HOMBRE
El 4 demarzo de 2004 se cumplen 25 años de la primera encíclica del Papa Juan Pablo II. La encíclica, publicada con fecha de 4 de marzo de 1979, se titulaba Redemptor hominis (El Redentor del hombre). Estaba dividida en cuatro capítulos: Herencia (nn. 1-6); El misterio de la Redención (nn. 7-12); El hombre redimido y su situación en el mundo contemporáneo (nn. 13-17); La misión de la Iglesia y la suertedel hombre (nn. 18-22).
Como en toda encíclica de inicio de Pontificado, el nuevo Papa quiso presentar a la Iglesia lo que creía ser el querer de Dios para su pontificado, para el camino que continuaba la Iglesia, ahora con el servicio del sucesor número 263 de san Pedro.
Su mirada se dirigió, primeramente, a Aquel en quien la Iglesia tiene su sentido, en quien la humanidad ha sido salvada.Miraba a Jesucristo, el Redentor, el Salvador del hombre, de cada hombre. La centralidad de Cristo Redentor es un tema presente en toda la encíclica, aunque brilla de modo especial en el capítulo II (El misterio de la Redención).
Miraba también al pasado más cercano, a la herencia inmediata que la Iglesia recibía de los Papas Juan XXIII y Pablo VI; el primero convocó e inauguró el Concilio...
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