historia

Siempre pensé que a nadie de mis familiares, amigos i por supuesto por encima de todo, mis padres, no les pasaría nada es este mundo, ya que la suerte les acompañaría durante este largo i intensocamino. Por eso yo, ya de bien pequeñito pensaba en tener una novia atractiva, cariñosa, inteligente con la cual traer al mundo un niño para poder jugar y por supuesto educar. También tendríamos unchalet con piscina, el sueño de cualquier niño, pero sobretodo, lo más imperante y fundamental quedar cada viernes por las tardes con los amigos para hacer unas cervezas y contarnos lo sucedido durantetoda la semana.

Me llamo Marcelo, y tengo 24 años, vivó en Sevilla pero resido de Ejido un pueblo de la provincia de Almería, vivó en el centro de alto rendimiento la cartuja gracias el remo,”si asíse puede decir” junto mi compañero Rodrigo de cual nuestra intención de este nuevo año es poder asistir al mundial que se celebrará en Río de Janeiro, Brasil. Mi novia, del cual su nombre no voy adecir, me dejo ara ahora unos 5 meses por un remero de Estados Unidos de su misma universidad en Ohio del cual ella por sentir decir de sus amigas esta terminando la carrera de biotecnología conexcelentes notas. Ella era una chica perfecta para mi, alta, con pelo medio castaño, ojos claritos, inteligente... que se podía pedir más, hasta hubo momentos que incluso llegue a pensar que era demasiadamujer para un chico como yo, pero esa no es la cuestión sino que tanto uno como el otro nos queríamos locamente hasta que un 14 de octubre desapareció la ilusión dando paso al final de esta larga ybonita relación. Las primeras semanas me lo pase muy mal, lloraba por la noches cosa que yo muy pocas veces hacia y menos por una mujer, pero a mesura que fueron pasando las semanas fui aceptándolo poco apoco que la vida continuaba, que aún no terminaba allí y que tenia que reanudarla como fuera, costase lo que costase.

Era 22 de abril, un día más de la feria en Sevilla. Cada noche salíamos...