Historia
Introducción:
En este Viernes Santo de 2007 podemos repensar nuestro acompañamiento a las personas que viven con vih o con sida desde los pies de la Cruz de Cristo y desde allí escuchar las siete palabras que pronunció en su agonía. Agonía que puede transformarse para nosotros y nosotras en el inicio de una nueva creación y de unespacio lleno de esperanza donde sabemos que ya no habrá más estigmas, lágrimas, ni discriminación ni dolor. La cruz nos transforma y nos ayuda a superar las preocupaciones de una salvación personal, individual y privada, para abrirnos en el amor dispuesto a sufrir, a los procesos de construir nuevas relaciones entre los seres humanos que sean en definitiva relaciones que nos liberen unos a otros. Esamisma cruz nos permite mirar más allá de los estrechos límites de nuestras iglesias para transformarnos en críticos de una sociedad satisfecha de si misma y que camina sobre tantos crucificados. “Cuanto más en serio se tome la ‘cruz de la realidad” tanto más se convertirá el Crucificado en el criterio definitivo de la teología. No se trata de una teología abstracta de la cruz y el dolor, sino deuna teología del Crucificado” [1] Así como no creemos en la Biblia sino en la Palabra, tampoco adoramos la cruz sino que adoramos, servimos y amamos al Crucificado.
1. PRIMERA PALABRA: “Cuando llegaron al lugar llamado “del Cráneo”, lo crucificaron con los malhechores, uno a su derecho y el otro a su izquierda. Jesús decía: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,33)
La cruz de Cristo siempre es paradójica. Jesús de Nazaret es crucificado por su coherencia de vida y de compromiso. Lo crucifican los diferentes grupos de poder a los que desafió en palabras y hechos. El imperio, los políticos locales, el poder religioso, el poder ideológico y económico. Esos son los que no saben lo que hacen.
Siempre Jesús se mueve entre malhechores, siempretiene alguno a su derecho y otros a su izquierda. Esa ha sido una realidad constante en sus mesas y en su cruz. Esa es parte de su coherencia. No muere entre puros y santos sino en medio de aquellos y aquellas que son vulnerables a la discriminación de los que no saben lo que hacen. Muere con ellos y ellas. “El Crucificado se hizo hermano de los despreciados, abandonados y oprimidos. La fraternidadcon sus “hermanas y hermanos más pequeños” pertenece por ello necesariamente a la fraternidad de Cristo y a la identificación con él. Por consiguiente la teología cristiana tiene que ser pensada en y con este pueblo”. Entonces es cuando se la podrá llamar teología “actual”, cuando piense en los sufrimientos de este tiempo, concretamente hablando, en y con los sufrientes de esta sociedad” [2]Aquellos y aquellas que estamos también al pie de la Cruz en el contexto de la epidemia del vih y del sida estamos tratando de escribir una teología que dialogo y escucha a los que sufren en esta sociedad y en esta iglesia en que vivimos ahora.
A lo largo de los años y a lo ancho de tantos caminos, las personas con vih y sida han tenido que repetir estas palabras una y otra vez. Una pésimacomprensión de las escrituras, un modelo de aquello que vivió Jesús totalmente incompleto, ha llevado a muchos cristianos y cristianas a crucificar a personas y grupos. Ignorancia, falta de información, prejuicios. Indudablemente no saben lo que hacen pero esa ignorancia no quita la responsabilidad por dignidades heridas y destruidas.
2. SEGUNDA PALABRA: El le respondió: “Yo te aseguro quehoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23,43)
En este construir una acción pastoral y una reflexión teológica desde los que son estigmatizados y discriminados por nuestras iglesias y sociedad, estas palabras de Jesús de Nazaret en su cruz le abren el presente y el futuro a aquellos y aquellas que son crucificados con él. Estas palabras de inclusión permiten construir proyectos de...
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