Historia
Estábamos sentadas en el comedor del hotel, esperando a la mamá de Gabi. Todas hablaban, pero yo sólo las observaba. Todas eran bonitas y cada una tenía un carisma encantador. Gabi por ejemplo, era alta y de piel morena, tenia la nariz respingada y unos ojos tipo árabe, que yo creo que a cualquier chico engatusaría. Pili erabajita con el pelo café, no llamaría mucho la atención a no ser por los ojos turquesas que tenia. Manu era mi mejor amiga, y según comentarios que había escuchado por compañeros, no era muy bonita de rostro, comenzando por el hecho de que sus ojos estaban distantes entre ellos, pero era muy simpática y tenia un cuerpo al cual sabía sacarle provecho. Olivia era de una estatura media, morena, ojososcuros y siempre su rostro estaba recargado de maquillaje, pero tenia una buena delantera con la cual dejaba encantado a cualquier baboso que se cruzara.
Yo en cambio, era de una estatura media, blanca pálida, pelo café oscuro y ojos pardo, con una nariz caída, llena de lunares y acné, ancha de cuerpo, con el trasero caído y poco busto , y ahora con un Michelin. Era para estar deprimida en misvacaciones.
De repente sentí como si todas me observaran, y me di cuenta que así era.
- Pame, ¿Qué opinas? – me dijo Olivia.
- Ah, Sorry. No estaba atenta, ¿A qué te referías? – dije
- Cuando vayamos a la disco mañana, todas nos llevamos cinco minos de una. ¡Solteras on fire! – dijo entusiasmada Manu.
Si, claro. Con lo bonita que estoy. Pensé, pero obviamente no les iba a decir a misamigas, porque no quería dar pena. Ni siquiera a mi mejor amiga, Manu, le había mencionado que estaba deprimida por mi aspecto este verano.
- ¡Vengan hombres a nosotras! – dije con un tono entusiasta, para no preocupar a ninguna.
La mamá de Gabi volvió luego de ir a registrarnos en la recepción y nos dio permiso para ir a sacar al buffet algo para nuestra once-cena. Después de eso, ella sedirigió a la habitación porque el viaje la había cansado. Yo saqué un taco vegetariano y me serví un té sin azúcar. En cambio, mis amigas escogieron pizza, lasaña, tallarines además de un postre como pastel, helado y dulces varios. Ellas no tenían problemas de peso y no estaban con el autoestima bajo por ello.
Mientras comíamos, yo vi que en la otra esquina del comedor habían tres chicos denuestra edad que no paraban de observarnos, es decir, de observarlas. No dije nada porque yo quería compartir con mis amigas mis vacaciones, no con chicos desconocidos. Pero Manu, que no paraba de observarme, se dio cuenta hacia donde se dirigía mi mirada.
- Pame es una loquilla, cachen los minos en esa esquina – apuntando hacia ellos.
- ¡Apuntar es de mala educación! – le grité y le bajéla mano antes de que ellos se dieran cuenta.
- Mirémoslos, para que se vengan a sentar con nosotras – dijo Gabi.
Todas empezaron a mirar hacia donde se encontraban ellos, sin miedo a ser descubiertas. Pili era la única que no miraba mucho, porque era mas tímida. Gabi y Manu los miraban, agachaban un poco la cabeza como cohibida y volvían a mirarlos.
Olivia fue la ganadora, ella los mirabay se mordía el labio, hasta que uno de los chicos, él de polera roja, se dio cuenta de que eran observados y le lanzó una sonrisa, a lo que ella le respondió con la mano en señal de que vinieran a sentarse con nosotras.
- Ya la hice. Él de polera roja es mío – dijo Olivia.
Los tres chicos se levantaron de su mesa y vinieron caminando hacia la nuestra. Todos eran altos y de buen cuerpo....
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