Historia
Lo último que recuerdo es el grito de una mujer, y después nada.
Y entonces, bum despierto en oscuridad total.
Estoy en el rincón de una fríahabitación, tengo miedo de moverme, de estar en una de esas películas satánicas donde algún enfermo te secuestra y te mete en una habitación para que mueras. Si han visto ese tipo de películas sabrán que unmovimiento lo comienza. Sino, ya lo saben.
Me mantengo inmóvil e imagino que soy de metal. El metal no tiembla, no se mueve, no siente. Repito esto una y otra vez hasta que realmente lo creo.
Dirás:Mierda, esta chica parece robot.
No importa lo que parezca, soy una persona muy divertida la mayoría del tiempo. Puedo estar en la mitad de un funeral y reírme de un árbol que tiene forma obscena.Pero cuando despiertas en la nada, sin saber qué pasó o por qué estás ahí todo pierde su chiste. Probablemente podría alguien pararse frente a mí desnudo bailando el gangam style y yo comenzaría allorar en lugar de caerme de la risa.
Si, así de asustada estoy.
Intentando ignorar esto, me concentro en analizar lo que llamo “El último día”:
Ayer, tal vez hoy, desperté sola en casa como siempre.Desayuné un poco de cereal de colores mientras veía una película sobre policías y balazos y cuando me aburrí tomé mi laptop y navegué por blogs y Facebook (como siempre), estuve ahí por un laaaaargo ratohasta que de nuevo me dio hambre y me hice un sándwich de jamón. Volví a mi computadora y vi un par de videos, hasta que encontré un tráiler de la nueva película adolescente, parecía algopost-apocalíptico con chicos sexys para alegrar la vista al espectador.
Decidida llamé a Dylan para que me llevara al cine, él lo hizo. Fuimos al cine y ambos gritamos juntos cuando el prota masculino se quitó laplayera, mostrando su magnífico pecho. Cuando terminó me volteé muy seria hacia Dylan y le dije: Oye necesitas ese cuerpo, es irreeesistiiible. Él se burló de mi pronunciación y dijo algo acerca...
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