Historia

Mi nombre es Kai’laar y soy lo que muchos consideran un guerrero arcano. Nací hace aproximadamente 500 años en uno de los tantos planetas olvidados por la mayoría de los nuestros. Soy el menor de tres hermanos y el único de los 3 que no conoce a padre.

Ni mis hermanos ni madre solían hablar mucho de él. Solo me contaron que murió después de haber dejado Argus, poco tiempo después de minacimiento. Cada vez que trataba de preguntarles cosas sobre él, mi hermano callaba mientras mi hermana y madre comenzaban a llorar; Lagrimas silenciosas y llenas de dolor.

Pronto entendí que la muerte de mi padre había sido demasiado dura para ellos y me abstuve de seguir intentando saber sobre él. Solo conozco su nombre, Kayraed, y nada más. Por lo que me crie bajo las enseñanzas de mi madre,Alraally, y de mis hermanos mayores. Toraldred, que era unos 2000 años mayor que yo y Aazalli, la mayor de los tres, y tiene más de 5000 años.

Era aún muy joven cuando debimos partir en nuestra incesable huida de las garras de nuestros mortales enemigos los man'ari eredar a quienes alguna vez llamamos hermanos. Jamás tuve la mala suerte de encontrarme a uno de cerca, dicen que sus poderes dedestrucción sobrepasan a los de cualquiera de nosotros.

A lo largo de mi juventud conocí decenas de planetas diferentes. Cada uno con sus particularidades, y su diversa flora y variada fauna. Son demasiados para mencionar sus nombres. Pero, aun así, me llevaba un pequeño recuerdo, bueno o malo, de cada uno, por más breve que fuera nuestra estadía en el mismo.

Hace menos de 300 años llegamos a unplaneta nuevo, llamado Draenor. En ese entonces yo era un joven y curioso draenei que comenzaba a internarse en los terrenos de la magia.
De las muchas escuelas de magia arcana que existen, la abjuración era la que más me atraía en esa época y lo seguirá haciendo hasta el fin de mis días.
Una escuela que se centra en la protección era sin lugar a dudas la más adecuada para un joven que pretendíadefender a sus seres queridos de los peligros que representaba la legión ardiente.
A pesar de los recientes hechos, aun creo que es el camino adecuado y que solo debo seguir entrenando y velar por la seguridad de los míos.
Cuando llegamos a Draenor, mi hermana, que era la mayor de los tres y la más adiestrada en cuanto a magia se refiere, comenzó a instruirme. En aquel nuevo planeta, al igual que entodos los anteriores, intentábamos mantener al mínimo el uso de magia, para evitar atraer la atención de los Eredar.
Es por eso que mi aprendizaje comenzó con solo la teoría. Mi hermana me obligaba a permanecer horas leyendo antiguos libros de magia forrados en piel, que habían sido preservados a lo largo de los años y contenían el saber acumulado durante varios milenios. Era una lectura lenta ytediosa, por lo que, a pesar de mi interés por controlar los poderes de la magia arcana, a menudo llegaba a aburrirme y abandonaba dicha tarea para juntarme con otros jóvenes draeneis y entrenar con nuestras espadas.
Pero aun así, siempre volvía a la habitación, a continuar leyendo con esmero. Buscando tomos que nadie había abierto por años en las bibliotecas y estudiándolos a fondo. Porque sabía queen aquella insoldable y polvorienta tarea residía el poder de un mago, como una gema en el fondo de un pozo seco.
Fue así que, además de ir adquiriendo sabiduría y conocimientos de los tomos de magia, iba fortaleciendo mi cuerpo y adquiriendo práctica en el combate armado.

Por lo que comencé a pedirle a mi hermano mayor que me entrenara y dividí mi tiempo de estudio y entrenamiento físico.Después de todo, creía y lo mismo le decía a mi hermana, teníamos todo el tiempo del mundo para dominar ambas disciplinas. No sabía cuan equivocado estaba y tuve que aprenderlo por la fuerza.

Poco solíamos relacionarnos con otras razas de aquel planeta. Tal vez una de las más numerosas eran los orcos, quienes en principio creí que eran honorables seres cuya piel asemejaba al color de tierra.
Yo...