Historias De Hombres Casados De Marcelo Birmajer R1

Páginas: 253 (63067 palabras) Publicado: 12 de marzo de 2015
Marcelo Birmajer sabe que la literatura no busca dar respuesta sino hacer más bellas y terribles las preguntas, y para ello
todo escritor está obligado a contar una historia. Estos cuentos que hablan del amor y del matrimonio, de la paternidad y de
la muerte, del sexo y la pasión, del engao y el miedo a la soledad, surgen de aquella convicción. Playas, fiestas, hoteles,
aviones, taxis, bares ycajeros automáticos son los escenarios de este libro que puede leerse también como una radiografía
social de la época que nos toca vivir.
Con talento, humor y originalidad inusuales, Birmajer consolida su lugar en la narrativa en espaol y desliza, a través de
personajes y situaciones memorables, una única certeza: todas nuestras desdichas provienen de la búsqueda de la felicidad.

MarceloBirmajer

Historias de hombres casados
e PU B r1.1
A r i b l a c k 11.10.13

Título original: Historias de hombres casados
Marcelo Birmajer, 1999
Editor digital: Ariblack
ePub base r1.0

Para José Padín

El cuadro
Cecilia y Julio habitaban una casa armónica. Muebles de caña, cortinas de bambú, un suave olor a
sahumerios orientales. Todo lo que odio.
Julio era el escenógrafo de una obra teatral, conlibro de mi autoría, estrenada hacía menos de un
mes. Nos estaba yendo bien y Julio me invitó a cenar: conocería su casa y a su mujer.
Fui solo. A tono con la casa, Julio ofreció una comida oriental, hindú, para más datos, que me
supo tan mal como la casa misma.
Aunque soy un devoto del chutney y de los sabores de las comidas orientales, los platos de Julio
padecían de un exceso de colores; y losolores saturaban en lugar de invitar. Los amantes del
hinduismo, como los amantes en general, siempre exageran.
Pese a que yo viviría en una obra en construcción antes que en una casa como ésa, debo aceptar
que conformaba un estilo. Las cosas estaban en su sitio. Sólo un detalle hacía ruido: una pintura
horrible colgada detrás de mí, en la pared posterior del comedor.
La vi ni bien entré y, comointuí que no me gustaría, le quité la vista de inmediato. No sé mentir y
no quería iniciar mi visita con una mueca de desagrado. La cena se desarrolló con normalidad y me
alegré de estar de espaldas al cuadro. De todos modos, segundo a segundo crecía en mí la alegre
certeza de que no regresaría ni una vez más a ese dulce hogar, ni probaría otra vez el falso hinduismo
de Julio, ni sentiría ese tufo aGanges que me hacía difícil hasta respirar. La casa conspiraba contra
todos mis sentidos.
Llegó el café, y el whisky. Nos levantamos.
Finalmente, uno es humano y los abismos nos atraen: giré y miré el cuadro. Era detestable.
Tres obreros mal dibujados alzaban sus puños contra un cielo negro. Todo al óleo. Un mazacote
de pintura. Los obreros eran musculosos y de caras amargas, el clásico obrero queuno jamás ve por
la calle. Sus alardes combativos eran aun más inexistentes, si cabe la expresión. Coincidían en la
desafortunada ejecución del cuadro, la impericia y una incapacidad infantil.
Provocaba una mezcla de pena y repulsión.
—Es horrible —dijo Cecilia.
Giré asombrado. Por suerte había hablado antes de ver mi cara. No me gusta ser descortés.
Prefiero cientos de veces la hipocresía.
—Locolgué porque es de mi tío Rafael —agregó.
—Hay un cuento de un gran humorista israelí —dije—, Efraim Kishon, sobre una pareja que debe
colgar un cuadro horrible que les ha regalado un tío, por temor a decepcionarlo si alguna vez los
visita.
—M i tío no lo regaló. M urió hace diez años. Lo mataron en Brasil.
Traté de armar un gesto que reflejara consternación.
—Lo mató la dictadura brasileña —agregóJulio.
Julio era de esas pobres personas que nunca han militado y envidian a los infelices que sí lo
hicimos. Les atraen las historias de ese mundo al que no tuvieron acceso.
—Mi tío era un revolucionario romántico. Pero muy militante —dijo Cecilia—. En un bar o en
una fábrica, no se dejaba pisar. Escribía, actuaba, pintaba. Este cuadro fue todo lo que pude encontrar
en la pieza de la casa de...
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