Historias de vida

Otra vez...viene por mí, pero no digo ni hago nada, le tengo miedo, soy muy niña,
¿quién me creería?
El esposo de mi tía al igual que todas las noche vuelve a entrar a mi cuarto, al
principio pensaba que lo hacía para hacerme reír y jugar conmigo a las muñecas,
pero las cosas cambiaron a partir de una mes, quizás dos. Comenzó con tocarme
encima de la ropa, diciendo que nada iba a pasar quesería nuestro pequeño
secreto, yo le creí... como siempre siendo tan ingenua a la edad de siete años.
Comenzó a tocarme después por debajo de la blusa simplemente con la excusa
de que estaba fría que podía enfermar, nuevamente lo deje. No decía nada a mi
familia, él había dicho que era nuestro secreto y no solo era eso, tenía vergüenza
de lo que pudieran decir.
Mi hermano, menor que yo nuncanoto nada, y ¿quién si?. Los dias pasaban y ese
señor entraba más seguido, cada vez su mano baja más y más hasta mi parte
intima, hasta que llego el día en que me toco, mi corazón acelerado por el miedo,
sentía que se me iba a salir. No se detuvo, me ordenaba que no gritara, que no
hiciera ningún ruido ni que me moviera, todo mi mundo desde ese día cambio por
completo. Ya no sonreía, le temíaa cualquier hombre que se me acercara…
incluso a los de mi familia... y sé que estaba mal, que tenía que confiar en ellos,
pero simplemente no podía. Mis amigas se dieron cuenta de mi cambio, antes
cuando era yo la que reía, molestaba, hacia bromas, pase a la que siempre estaba
callada, con ojos atentos a todo, esperando lo peor.
Tenía la esperanza de que se cansara, que no lo hiciera más,pero no fue así.
Dejo de ser solo en mi cuarto, cuando no había nadie en la casa me cogía donde
sea que yo estuviera y me ordenaba que me quitara los pantalones, me sentaba o
simplemente él se inclinaba y comenzaba a tocarme con sus asquerosos dedos,
me sentía mal, enferma… me sentía sucia y me di cuenta que yo odiaba a ese
hombre, sabía que tenía que decir algo pero el miedo, como siempre, nome dejo.
Los meses pasaron y más de lo mismo, hasta que un día me dijo “haremos algo
nuevo” y sin más ese día en vez de usar sus manos… uso su boca.
Grite, grite mucho pero nadie escucho y el agarrándome fuerte me grito que me
callara, después sin más me golpeo, jamás volví a gritar. Me inspiraba tanto miedo
que deje de hablar, simplemente cerraba los ojos y esperaba que ese momento, elpeor de todos, acabara. No sé qué era lo que el sentía, excitación tal vez, no lo sé.
Yo sentía que debía irme, a la edad de siete años, sentía que mi vida no tenía
sentido, que no valía la pena seguir acá.
La mejor noticia llego, se iba a mudar, jamás me sentí tan alegre…pero escondía
algo, algo muy mío que me hizo odiarlo aun mas…

Muy en el fondo, sentía que eso me había ayudado, el me hizosentir que por lo
menos alguien se acordaba de mí, que no solo era un estrobo, ¿masoquista? si
bastante, y aunque sé que está mal, aun a mis 15 años lo pienso. Mi familia que
poco, si no es que nada, se acordaba de mi… o eso sentía yo. Llámame idiota
pero siendo tan niña la atención es lo más importante.
Ese descubrimiento me hizo sentir enferma, lo odiaba con todas mis fuerzas, un
odio tanpuro que me dio miedo… aprendí a lastimar a la gente, dándoles por
donde más les dolía, comenzaba por conocerlas, buscar su punto débil y justo
cuando todo estaba de maravilla… los hacía sentir como una basura.
Era muy mierda a la edad de 10 años, apenas si tenía amigos… y para rematar
comencé a sentir la necesidad de cortarme… Sabía que no podía ser en las
manos el corte, se iban a darcuenta y sorprendiéndome a mí misma, un
pensamiento me cruzo por la cabeza… ¿Qué mejor lugar que los muslos internos
en las piernas?, así nadie se iba a dar cuenta y el rozamiento de la ropa o las
mismas piernas con las heridas iba a hacer que no dejara de sentir dolor hasta
que sanaran… y un día lo hice.
Sentí de cierto modo liberación, seguía sin contarle a nadie esto y la verdad nunca
pensé...