Historias

Mi Familia
A finales de los años 90´s mis padres y yo vivíamos en algo parecido a una vecindad. Su tamaño era del largo de una cuadra y el ancho como de dos casas o quizás tres, con una salida de cada lado. Justo por la mitad había un jardín bastante mal cuidado - que era mi adoración- sólo tenía un árbol de jacarandas bastante torcido, con forma de caballo al que sólo vi florecer dos veces alaño; la tierra estaba como quemada con vestigios de pasto y algunos troncos de árboles talados años atrás.
En este lugar vivíamos alrededor de 10 familias, aunque la mayoría eran de una misma, todos eran hermanos y sus respectivos descendientes. En mi familia los conocíamos como “Las tepacheras”; debido a que anteriormente vendían tepache. Ellos eran amigos de mi familia desde hacía años. Hastaese entonces llevábamos una buena relación de vecinos y amigos; me reunía para jugar todas las tardes con todos los niños de la vecindad, aunque siempre surgían problemas al decidir los juegos y los personajes que cada uno interpretaría en el juego.
Pero esa mañana de sábado algo cambio. Se les había pedido a los vecinos cercanos a la puerta trasera, que se estuviera al pendiente de cerrarla,puesto que se habían metido a robar la ropa y por seguridad de todos; pero el vecino que estacionaba su camioneta justo en esta parte hacia caso omiso hasta que aparecía uno de sus familiares a cerrar la puerta.
Esa mañana, yo había quedado con todos mis primos de ir a jugar al parque que se encontraba cerca. En mi casa ya teníamos todo listo para ir a jugar y sólo esperábamos a Isaac y Daniel –que eran los primos más grandes – con los últimos instrumentos de guerra para que la mañana-tarde fuera perfecta. Todo iba a la perfección cuando de pronto: << ¡Yo vengo a ver a mi tío!>>, era mi primo Isaac discutiendo con alguien. Al escuchar el grito, salimos todos en bola para ver qué había pasado.
La imagen sigue fresca en mi memoria como si fuera de ayer, Daniel tenía lamirada llena de odio y miedo – porque a él le pegaron mucho de niño y se le enseño a ser sumiso delante de las personas mayores-, Isaac tenia lágrimas en los ojos, estaba asustado y parecía que en cualquier momento tendría un episodio de asma.
Mi vecino al que le decíamos Beto tenía sujetado a Isaac de un brazo, parecía que lo estaba jaloneando y lo lastimo. Él reclamaba que la puerta estabaabierta, cuando en realidad estaba cerrada, solo faltaba cerrar el candado. Al parecer el señor Beto había desconocido a mis primos, o eso argumento él. Yo intente hacerle entender que eran mis primos y que no había necesidad de cerrar el candado cuando ya estábamos por salir, pero él se molestó aún más y dijo que no tenía por qué estar hablando de esto con una bola de niños y que el arreglaría eseproblema a su modo.
En ese momento nos vimos rodeados de toda la familia de “Las Tepacheras”. Joselyn, Bárbara y Guadalupe – mis primas – estaban entrando en pánico. Todos estaban alterados y gritándonos. Entre a mi casa a hablar por teléfono al trabajo de mi mamá –donde también trabajaba la mamá de Isaac-, le comente lo que estaba ocurriendo, me pidió que me tranquilizara y tratara de meter amis primos a la casa, que ella venia en camino, le comente que no dejaban entrar a Isaac y que Daniel estaba con él. Antes de que me colgara me informó que marcaría a casa de mis tías, me tranquilice al saber esto y al mismo tiempo sentí un poco de pánico ya que se podía armar la campal de “Las Tepacheras” contra mi familia.
En cuestión de minutos llegó ¡mi súper tía Carmela al rescate!exigiéndole al señor Beto que dejara a su sobrino de una manera tan educada que fue peor que cualquier grosería que yo haya escuchado. El señor Beto soltó a Isaac gritando << ¡Yo me voy a arreglar con él como hombrecito que es, no te metas! >>, mi tía a punto de perder la paciencia y con un ligero rasgo de sarcasmo comentó << ¡¿Cómo te pones con dos chamacos de 13 y 15 años?!...