Historias

La tarde del ensayo sobre José Rizal



Me dirijo a la cocina, trato de servirme algo caliente para calmar la ansiedad y nuevamente no hay café. Esos malditos instantes en donde el universoconspira para que todo salga mal. Escucho su tos y en un instante vuelvo al pasado, toda nuestra historia, esos sucesos precedidos por otros que formaron un tejido donde fácilmente se vería nuestra vida.¿Malas decisiones? O tal vez ¿ese era nuestro destino? Dudas que se clavan en mi mente, mientras vuelvo a escuchar su tos.

-Guillermo, hazme un favor. Tráeme un vaso con agua, debo tomar elmedicamento. – Dame un segundo, ya voy.



María Victoria toca esas notas en el piano; a pesar de su estado se puede sentir en la melodía un deseo infinito de revivir momentos de alegría y pasión. Suvida se extingue en cada segundo, tan rápido como el fuego que arde en alcohol. ¿Por qué tuvimos que llegar a esto? Es simple. Si hubiera tomado una decisión a tiempo, se habría evitado.

Tal vez eldía que la vi, en la sala de clase de Filosofía. Esa muchachita de piel blanca y ojos claros. Una mujer delgada, que no necesitaba curvas para impactar a los hombres. Si tan solo hubiera evitado aquellasalida en donde por primera vez hablamos. Si no me hubiera dejado encantar por su voz, por su sonrisa, por su tono desafiante y un poco rebelde al hablar, no habría florecido nuestro amor.

Erasimple, ella me volvía loco. Le escribía cartas, desnudaba mis sentimientos, yo sabía que eso era lo que le gustaba y me esforzaba en ello. ¿Pero por qué hizo eso? ¿qué hice mal?

De pronto el errorfue haber dejado que el tiempo nos uniera; si solo hubiera terminado ese noviazgo a tiempo. 7 años con ella ya pasaban a otro plano. Dejábamos de ser jóvenes estudiantes, ahora éramos adultos. ¿En quémomento decidí casarme con ella? ¿Qué pasó con mis argumentos contra el matrimonio?

- ¡Guillermo tráeme el vaso con agua, siento que me ahogo!



Si tan solo no hubiera hecho ese viaje a Roma...