historieta
¿A quién no le gustan las nueces? Pero, ¡qué lata pelarlas! Y, por supuesto, al Diablo le da flojera tener que pelarlas. Así que un día tuvo una idea. Vean ustedes lo que se le ocurrió.
Undía el Diablo estaba sentado en su trono comiendo las nueces de una enorme bolsa y, como de costumbre, se quejaba de lo fastidioso que era partir las cáscaras, cuando de repente se le ocurrió unaidea.
La mejor forma de comer nueces pensó es engañar a alguien para que las parta por ti.
Así que cogió una perla de su tesoro y con un cuchillo muy afilado abrió la siguiente nuez, teniendo muchocuidado de no estropear la cáscara. Luego puso la perla adentro y cerró la cáscara de nuevo.
Ahora todo lo que tengo que hacer dijo es dar esta nuez a alguna persona ambiciosa. Cuando encuentre laperla insistirá en abrir todas las nueces para buscar más y hará el trabajo por mí.
Así que, disfrazado de anciano, subió al mundo, con su cascanueces y la bolsa con la nuez falsa encima de lasdemás. Después se sentó a esperar a un lado del camino. Muy pronto acertó a pasar por allí una campesina.
Oiga, señora dijo el Diablo, ¿quiere usted una nuez?
La campesina lo miró sagazmente, y almomento sospechó; pero sin demostrar sus sospechas, le contestó amablemente.
Muy bien dijo, ¿por qué no?
La mujer partió la nuez, comió la fruta, tiró la cáscara sin decir ni una sola palabra ysiguió su camino.
¡Qué cosa más rara! dijo el Diablo, frunciendo el ceño. O se ha tragado la perla o le he dado la nuez equivocada.
Sacó otras tres nueces entre las que estaban arriba, laspartió y se comió la fruta, pero no encontró ninguna perla. Abrió y comió cuatro más, pero la perla no apareció.
Así siguió toda la tarde, hasta que hubo abierto todas las nueces y hubo ensuciado el caminocon las cáscaras. Pero no encontró la perla. Así que se dijo a sí mismo:
Bien, se acabó. Se la ha tragado.
No quedaba nada que hacer sino volver al infierno.
Sentía un terrible dolor de...
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