Hitler
La Primera Guerra Mundial había dejado una Alemania derrotada política y económicamente, en un frustrado proceso por implantar la democracia liberal que reemplazara anterioresmonarquías. Ello, unido al arraigo de su tradición militar y del nacionalismo romántico según el cual el Estado era la encarnación del espíritu del pueblo, así como ciertos hábitos autoritarios de la sociedadalemana, constituía un excelente caldo de cultivo para cualquier nacionalsocialismo, tan en boga en la época.
Adolf Hitler añadió con maestría el elemento del racismo para formar la mezcla explosivay paranoica que galvanizaría a toda una nación. Consiguió el apoyo de un ejército herido en su honor; de los industriales enfrentados a los sindicatos y al temor de la ideología marxista; de unafrustrada clase media y del proletariado «víctima de los sindicatos y de los partidos políticos». Supo concitar en todos el odio a los judíos, como elemento cohesionador, y proponerles la superioridad dela raza aria como única válida para dominar el mundo.
El germen
Las autoridades austríacas averiguaron su paradero y le obligaron a comparecer en su consulado en Munich y luego ante la comisión dereclutamiento de Salzburgo. Allí, dado su débil estado físico, fue declarado no apto e inútil para la milicia. El 16 de agosto de 1914 se presentó como voluntario al ejército alemán: la Primera GuerraMundial había comenzado. Herido y gaseado en el frente, fue condecorado con sendas cruces de hierro al mérito militar de segunda y de primera clase, honor este último muy raro para un sargento, como élera.
Adiós a Berlín
La dominación de Hitler se extendió pronto por toda Europa. El 22 de junio de 1941 atacó la Unión Soviética y el fracaso frente a Moscú lo condujo a tomar él mismo el mando delejército de tierra. Aún a fines de 1942 su empresa era exitosa. Ese año ya se había anunciado, aunque veladamente, la «solución final a la cuestión judía», y se sucedían los asesinatos masivos de...
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