Hobbes; El Leviatan
Por que las leyes de la naturaleza, como la justicia, la equidad, la modestia, la misericordia y, en suma, el hacer con los demás lo que quisiéramos quese luciese con nosotros, contrarias a nuestras paciones naturales, las cuales nos inclinan a la parcialidad, el orgullo, a la venganza, etc.
Si no hay un poder instituido, o ese poder no es suficientemente fuerte como para garantizar nuestra seguridad, cada hombre habrá de depender, y podrá hacerlo legítimamente.
Los hombres no observaban otras leyes naturales que no fueran las leyes del honor,es decir, abstenerse de la crueldad, dejando que los hombres conservaran sus vidas y los instrumentos de trabajo.
No es la unión de un pequeño número de hombres lo que les da la seguridad que buscan. El numero de hombres que resulta suficiente para confiar en ellos nuestra seguridad no viene determinado por una cifra concreta, si no por comparación del enemigo a quien tememos. Y será suficientecuando haga que las probabilidades de victoria por parte del enemigo no sean tan claras y manifiestas como para inclinar el resultado de la guerra a su favor.
Si sus acciones están dirigidas por los juicios y apetitos particulares de cada uno, no podrán esperar de ello defensa, ni protección ya sea contra un enemigo común a todos. Pues al emplear sus energías en disputas concernientes a comohabrán de hacer mejor uso y aplicación de su fuerza. Solo consiguen como consecuencia de esa mutua oposición que sus fuerzas se reduzcan a nada. Y así no solo son fácilmente sometidos por un pequeño grupo que este bien unido, sino que también, cuando no hay un enemigo en común, terminan haciéndose la guerra entre ellos mismos por causa de sus respectivos intereses particulares.
Tampoco es suficientepara garantizar la seguridad que los hombres desean obtener durante todo el tiempo que duren sus vidas, el que sean gobernados y dirigidos por un solo criterio y durante un tiempo limitado, como sucede en una batalla o en una guerra. Pues aunque obtengan la victoria desparece aquella unanimidad por causa de la diferencia de sus respectivos intereses, y otra vez caen en una situación de guerraentre ellos mismos.
Los hombres están compitiendo continuamente por el honor y la dignidad. Como consecuencia surge entre los hombres envidia, odio y guerra.
El hombre que goza comparándose a si mismo con otros hombres, solo puede saborear lo que puede destacarlo sobre los demás.
Entre los hombres, hay muchos que piensan que son más sabios y más capaces que los demás para gobernar al publico; yestos se afanan en reformas e innovaciones, acarreando así disensiones y guerra civil.
El arte de la palabra, mediante el cual algunos hombres pueden representar a otros lo que es bueno, dándole la apariencia de malo, o lo malo dándole la apariencia de bueno, y aumentar o disminuir a su antojo de las dimensiones de lo bueno y de lo malo, perturbando su paz y bienestar.
Los hombres causan másdificultades cuando más a gusto están. Le encanta mostrar su sabiduría y controlar las acciones de quienes gobiernan el estado.
El único modo de erigir un poder común que pueda defenderlos de la invasión de extraños y de injurias entre ellos mismos, es el de conferir todo su poder o toda su fuerza individuales a un solo hombre, o una asamblea de hombres, mediante una pluralidad de votos, puedanreducir las voluntades de los súbditos de una sola voluntad; responsabilizarse cada uno como autor de todo aquello que haga o promueva quien ostente esa representación en asuntos que afectan la paz y la seguridad comunes y someter sus voluntades a la voluntad de ese representante.
Una multitud así unida es lo que llamamos ESTADO. De este modo se genera este gran Leviatán, para hablar con mayor...
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