Hobsbawn industria e imperio cap

Hobsbawn, Industria e Imperio. Cáp. 6 La segunda fase de la Industrialización, 1840-1895

La Primera fase de la industrialización británica, la textil, llega a sus límites. Y comienza una nueva fase de industrialización con un sostén más firme para el crecimiento económico: las industrias de base: carbón, hierro y acero.
Coincide con ello la creciente industrialización en el resto del mundo, quesuponía un mercado en rápido crecimiento para aquellos productos de base, que sólo se podían importar de Inglaterra. El índice de exportación británica fue mucho más elevado entre 1840 y 1860.
La revolución en el transporte que supuso el tren y el barco de vapor, dio una fuerza adicional para esta expansión y apertura a nuevos mercados.
Otra razón obedece a la presión de las grandes acumulacionesde capital hacia inversiones rentables, como las construcciones de ferrocarriles.
Hacia 1850 la red de ferrocarriles básica estaba más o menos instalada.
Fue la transformación más revolucionaria, una fase mucho más avanzada, que llevó a los ciudadanos fuera de las pequeñas zonas industriales de la época. Se transformó la velocidad del movimiento, cambió la vida humana.
Reveló las posibilidadesdel progreso técnico, por ejemplo el telégrafo eléctrico.
Hacia 1840 el ferrocarril se convirtió en lo ultramoderno.
Se supondría que este desarrollo respondía a las necesidades de transporte de una economía industrial; pero no era así, la mayoría tenía fácil acceso al transporte acuático y era la forma más económica para productos en grandes cantidades, la velocidad tampoco la requerían losproductos no perecederos, y los perecederos estaban confinados a la agricultura y a la pesca. Muy por el contrario muchos de los ferrocarriles que construyeron entonces eran algo irracional desde el punto de vista del transporte.
Por supuesto que era necesario arrastrar las vagonetas de carbón desde las bocaminas hasta el río, tenía sentido unir las carboneras del interior con la costa.
Los comerciantesde Liverpool y Manchester y sus socios londinenses copiaron y mejoraron la idea.
Pero solo una parte de la impresionante cifra invertida en en los ferrocarriles tenía una justificación racional.
En 1830 los hombres de negocio estaban decididos a gastar sus patrimonios en forma totalmente improductiva.
La salida más evidente para el excedente de capital la constituían las inversiones en elexterior.
Las guerras proporcionaron préstamos a los aliados británicos y la época de postguerra préstamos para restaurar a gobiernos reaccionarios.
Al no existir otro negocio que absorbiera el mismo capital, éstos pasaron de ser una innovación valiosa a un programa nacional clave de inversión de capital.
Buena parte de ese capital se perdió en las quiebras, otra buena parte fue atraído por larevolución tecnológica.
Pero lo que aportó fue un nuevo sistema de transportes, un nuevo medio de movilizar acumulaciones de capital, una amplia fuente de empleo y un gigantesco y duradero estímulo para la industria de productos de base en Gran Bretaña.
Resultó una solución admirable para la crisis de la primera fase del capitalismo británico.
A los ferrocarriles se les debe que la producción británica dehierro se duplicara entre 1835 y 1845, justo cuando la economía estaba pasando su momento más catastrófico, 1841-1842.
La construcción mundial de ferrocarriles prosiguió cada vez a mayor escala hasta 1880. Los que se construyeron en gran parte con capital británico, materiales y equipos británicos.
A esta gran expansión la acompañan una apertura económica de las zonas no desarrolladas, se abrióla agricultura de exportación a zonas como las praderas norteamericanas o las pampas sudamericanas.
Las industrias de base no fueron grandes productoras de empleo, pero proporcionaron empleo para los parados y para los obreros no cualificados extraídos del excedente de población agrícola.
Sin embargo, el surgimiento de las industrias de base proporcionó un estímulo comparable para el empleo de...