hojas secas de la ausencia y el olvido

HOJAS SECAS DE LA AUSENCIA Y EL OLVIDO



Pablo Neruda y Octavio Paz, escritores de las encrucijadas del amor.

¿Quién del olvido es culpable?
Ni ella ni yo: la distancia…
¿Qué pensará de mis versos?
tal vez mucho, quizá nada.
No sabe que en mis tristezas,
frente a la imagen de plata,
invento unas oraciones,
que suplen las olvidadas.

Francisco A. de Icaza, Reliquia.

Hablar deescritores como Pablo Neruda, chileno ganador de premio Nobel de Literatura en 1971, y Rainer María Rilke, austriaco representante de la lírica alemana, es hablar de dos de los poetas más importantes de la lírica universal, ambos exponen a través de su poesía innumerables mensajes sobre un mundo de temas que han sido discutidos a través del tiempo desde diferentes perspectivas. Cartas a unjoven poeta y 20 poemas de amor y una canción desesperada son el resultado de sus apasionadas reflexiones e indiscutibles sabidurías. Nadie puede negar lo valiosas que resultan sus simples pero profundas reflexiones: ambas obras tocan el tema del amor, sentimiento que hasta hoy en día sigue sin encontrarse con una definición absoluta que explique su verdadera esencia, situando al amor como una pasióndoble cara, entrelazándolo con la soledad y representándolo como un sentimiento imposible e inalcanzable, lleno de desesperanza, melancolía y tristeza, pero al mismo tiempo rotundamente poderoso y pleno, forjado de exaltación y vital alegría.
Amar es bueno, es una sensación que colma de plenitud y esplendor, es una experiencia infinitamente grande a pesar de que conlleva un arduo esfuerzo yposibles tristezas y confusiones. Intentar hablar del amor es cosa difícil, es imposible tratar de definirlo porque pocos son los que realmente lo han sentido y más pocos lo son aún los que pueden expresarlo. Si algo se sabe es que para poder amar primero necesitas amarte a ti mismo, amar tu soledad. La gente siempre huye de la soledad, sin darse cuenta que en vez de huirle deberían hacer todo locontario: sustentarla. Es importante saber convivir contigo mismo, saber quererse, saber internarte en lo profundo de tu ser, ¿por qué? ¿Cómo esperas conocer lo más íntimo de otra persona si ni siquiera te conoces a ti mismo? ¿Qué ha de ser de la unión de dos seres que sólo ven al amor como un placer en lugar de completarse y protegerse el uno al otro como dos soledades lo harían? Así lo afirmaRilke en Cartas a un joven poeta: “Amar es más bien una oportunidad, un motivo sublime, que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo; para volverse mundo, todo un mundo, por amor a otro”1. Por eso el mundo de los jóvenes comete tantos errores en el plano del amor, no tienen paciencia, se entregan dominados por deseos a “amores” que no son nada más que eso, un deseo.Los jóvenes son principiantes, necesitan aprender a quererse, aprender a madurar, aprender a unir sus soledades para hacer del amor algo más que una simple entrega.
El amor es fugaz, es impredecible, es imposible adivinar lo que el amor nos depara pero si de algo estoy segura es que puede llegar a ser tan grande que ni el dolor ni la lejanía puede impedir seguir amando:
Ya no la quiero, escierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido2

Cuando el amor se encuentra en su punto de florecimiento la exaltación se apodera de tu ser, la afirmación amorosa te llena de vitalidad y fuerza pasional que te hace ver hasta la cosa más simple extraordinaria. Sin embargo esta sensación de plenitud y alegría puede desaparecer en menos tiempo de lo esperado y es ahícuando la desesperanza se apodera de ti. Perder a alguien es difícil, recordar a ese alguien es mucho peor. Pensar en que toda esa emoción y exaltación se ha acabado y que ya no queda nada más que un simple recuerdo te hace sumergir en un mundo de tristeza. Es difícil dejar ir a alguien, es difícil aceptar que el amor ya se acabó, que ya no queda nada más por hacer, que ya no quedan más...