Hola bonita Mary Janice Davidson

Annotation
Caitlyn James pasa por un infierno el día de su 21
cumpleaños... y ahí es exactamente donde despierta... en el
infierno.
Ha sido remodelada... una mujer biónica... y ahora se
supone que trabaja para el gobierno. Pero ella tiene otros
planes. Aunque cuando el equipo de científicos empieza a
aparecer muerto, Caitlyn debe ceder ante su despreciable
jefe y rastrear al Lobo, un agenterenegado sospechoso de
los asesinatos. Cuando lo encuentra, las cosas no van del
todo como nadie (incluida Caitlyn) había planeado.
Prólogo
Primera Parte
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Segunda Parte
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10

Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
notes
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Mary Janice Davidson

¡Hola, bonita!
Serie Bonita, 01

Prólogo
Nueve días después de morir, Caitlyn James despertó
en un hospital privado deMinnesota.
Esto era problemático, porque su último recuerdo era
el de salir despedida del asiento trasero de una limusina en
Miami.
Estaba en una habitación privada de hospital, lo cual
era un milagro en estos días de HMOs[1] y contables que
tomaban las decisiones médicas. Uno de tales contables
estaba en la habitación con ella. Se inclinaba sobre su
cama y movía los labios. Tenía un fino cabello rubio,gafas
sin montura, y llevaba una más que impoluta bata de
laboratorio. Sin etiqueta con el nombre. Ni nombre del
hospital bordado en el bolsillo. Lo apodó Cabezahuevo 1.
Entrecerró los ojos hacia 1, y como si alguien hubiera
subido el volumen en su cabeza, el tipo comenzó a ser
lentamente audible.
—... todo va bien. Está en un ala de la OHC en
Minneapolis, Minnesota.
—¿Minnesota? —carraspeó. Nadade resaca, eso ya
era algo. Un algo milagroso. Estaba razonablemente
segura de que ella y sus amigas habían mezclado Kahlua y
tequila. ¿O había sido tequila y Baileys? Habían mezclado
algo, leche chocolateada...
Desde luego se sentía como si en cualquier momento
fuera a escupir algodón. Tenía la boca tan seca como un
desierto. Extendió la mano hacia la taza brillante que había
junto a su cama,pero ésta se aplastó en su mano.
¡Demonios! Habría dado cualquier cosa, se hubiera
acostado con cualquiera, por un vaso de agua.
—¿Minnesota? —intentó de nuevo, aclarándose la

garganta.
—Sí. Eran circunstancias especiales y tuvimos que
trasladarla hasta aquí en avión.
Estoy. Tan. Sedienta.
—Lo siento, no estaba escuchando. ¿Qué?
—Tuvimos que trasladarla hasta aquí en avión y... y hay
algunas cosasque necesito repasar con usted.
—¿Qué día es? —El alquiler vencía el lunes, y que la
condenaran si la Vieja Dama Shea iba a acorralarla con
otros cincuenta dólares por retraso en el pago. Como si
necesitara más dinero que enterrar en su parterre de
peonías—. El día... ¿qué... qué hora es?
—Treinta y uno de octubre. Halloween —añadió
animado Cabezahuevo 1, como si estuviera ansiando salir
de rondade truco-o-trato después del trabajo—. Justo
después de la hora de comer. Si tiene hambre, podría...
—Hallo... —Se interrumpió a sí misma, conmocionada.
La fiesta había sido alrededor del veinte. El veinticuatro era
su cumpleaños. Ella y su panda de la hermandad habían
alquilado una limusina y conducido desde Minneapolis a
Miami. Las cosas se volvían un poco borrosas después de
la sexta piñacolada. Se habían vuelto todavía más
borrosas después de la mezcla Kahyla-Baileys-leche
chocolateada.
¿Dónde estaban sus amigas? ¿Por qué estaba ella
todavía aquí? ¿Habían tenido un accidente?
Oh, Dios... ¿era eso?
Agarró la solapa de Cabezahuevo 1 con intención de
empujarlo más cerca para conseguir mejores respuestas.
En vez de eso, para su sorpresa (y, sin duda, para la de
Cabezahuevo), lo lanzó...