hola ke ase
Los hijos de la Malinche.
Paz abre el capítulo, con una dura crítica al capitalismo. Sistema económico o modo de producción (según Marx) donde la condición humana es rebajada hasta sus últimas consecuencias. El individuo se vuelve obrero, número de fábrica prescindible. Produce mercancía que el mismo consume. Se disuelve en la masa y entonces cobra significado. Ahora pertenece a unaclase. Luego, volviendo a aterrizar en tierras mexicanas, el autor sorprende con una frase demoledora. “El mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo” Demasiados fantasmas lo habitan: la conquista, la colonia, la independencia, las guerras contra Francia y Estados Unidos “nuestro buen vecino”, demasiados abandonos por parte de los dioses. Sin embargo, los mexicanos tenemos una manera deexorcizar a nuestros demonios.
La extrañeza que provoca nuestro hermetismo ha creado la leyenda del mexicano, ser insondable.
Nuestro recelo provoca el ajeno. Si nuestra cortesía atrae, nuestra reserva hiela. Y las inesperadas
violencias que nos desgarran, el esplendor convulso o solemne de nuestras fiestas, el culto a la
muerte, el desenfreno de nuestras alegrías y de nuestros duelos, acabanpor desconcertar al
extranjero. La sensación que causamos no es diversa a la que producen los orientales. También
ellos, chinos, indostanos o árabes, son herméticos e indescifrables. Tambén ellos arrastran en
andrajos un pasado todavía vivo. Hay un misterio mexicano como hay un misterio amarillo y uno
negro
Un grito es suficiente para afirmarnos ante lo exterior, ante los demás: ¡VivaMéxico hijos de la Chingada! Y ¿quién es la Chingada?, ¿a quién o quienes se dirige tal grito de guerra? No es casual por supuesto, que el 15 de septiembre, aniversario de la independencia, todo México, embriagado de seguridad y orgullo, lo grite. Y tampoco es casual que la figura materna, por un lado falsamente respetada, sea el blanco de la agresión.
La Chingada, es la mujer abierta, violada, es elresultado del conquistador, penetrando por la fuerza a la mujer indígena. Sin embargo, los hijos de la Chingada son los otros, los no mexicanos, los malinchistas.
. El contenido concreto de esas representaciones depende de cada espectador. Pero todos
coinciden en hacerse de nosotros una imagen ambigua, cuando no contradictoria: no somos gente
segura y nuestras respuestas como nuestrossilencios son imprevisibles, inesperados. Traición y
lealtad, crimen y amor, se agazapan en el fondo de nuestra mirada. Atraemos y repelemos.
No es difícil comprender los orígenes de esta acticud. Para un europeo, México es un país al margen
de la Historia Universal. Y todo lo que se encuentra alejado del centro de la sociedad aparece como
extraño e impenetrable. Los campesinos, remotos,ligeramente arcaicos en el vestir y el hablar,
parcos, amantes de expresarse en formas y fórmulas tradicionales, ejercen siempre una fascinación
sobre el hombre urbano. En codas partes representan el elemento más antiguo y secreto de la
sociedad. Para todos, excepto para ellos mismos, encarnan lo oculto, lo escondido y que no se
entrega sino dificílmente: tesoro enterrado, espiga que madura en lasentrañas terrestres, vieja
sabiduría escondida entre los pliegues de la tierra.
La mujer, otro de los seres que viven aparte, también es figura enigmática
La Malinche, encarna al mito, nadie en México le perdona su colaboración con el invasor y también, nadie en México negaría a la Virgen de Guadalupe su lugar como madre suprema de todos los mexicanos; seres provenientes de la soledad“fondo de dónde brota la angustia y que empezó el día en que nos desprendimos del ámbito materno y caímos en un mundo extraño y hostil”. Tonantzin, la virgen india, es la madre que vino a cuidarnos de nuestra orfandad.
Y Así, la Chingada y la Virgen de Guadalupe, ambas figuras pasivas, representan el amor -odio del mexicano hacía sí mismo.
Al gritar, ¡Viva México hijos de la Chingada! Continuamos...
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