12. LA METAMORFOSIS DE LOS GUSTOS108 SOCIOLOGÍA Y CULTURA Pierre Bourdieu Traducción: Martha Pou ¿Cómo cambian los gustos? ¿Es posible describir científicamente la lógica de su transformación? Antes de responder a estas preguntas, es necesario recordar en qué forma se definen los gustos, es decir, las prácticas (deportes, actividades, diversiones, etcétera) y las propiedades (muebles, corbatas,sombreros, libros, cuadros, cónyuges...) a través de las cuales se manifiesta el gusto entendido corno el principio de las elecciones que así se realizan. Para que existan gustos, es necesario que haya bienes clasificados, de “buen” o de “mal gusto”, “distinguidos” o “vulgares”, clasificados al tiempo que clarificantes, jerarquizados al tiempo que jerarquizantes, así como personas que poseenprincipios de clasificación, gustos, que les permiten distinguir entre estos bienes aquellos que les convienen, los que son “de su gusto”. En efecto, puede existir un gusto sin bienes (gusto tornado como principio de clasificación, como principio de división, de capacidad de distinción) y bienes sin gusto. Se puede decir, por ejemplo, “Recorrí todas las tiendas de Neuchâtel y no encontré nada que fuerade mi gusto.” Esto nos hace preguntarnos qué es ese gusto que antecede a los bienes capaces de satisfacerlo (lo cual contradice al adagio; ignoti nulla cupido, no se desea lo que no se conoce). Pero también habrá casos en que los bienes no encuentren “consumidores” que los encuentren de su gusto. El ejemplo por excelencia de esos bienes que preceden al gusto de los consumidores es el de la pinturao la música de vanguardia, las cuales, desde el siglo XIX, solo encuentran los gustos que convocan mucho después del momento en que fueron producidas, a veces mucho después de la muerte del productor. Esto nos hace preguntarnos silos bienes que preceden a los gustos (aparte, claro, de los gustos del productor) contribuyen a formar los gustos; es la cuestión de la eficacia simbólica de la ofertade bienes o, para ser más precisos, del efecto de la realización en forma de bienes de un gusto particular, el del artista.
Llegamos así a una definición provisional: los gustos, comprendidos como el conjunto de prácticas y propiedades de una persona o un grupo, son producto de una confluencia (de una armonía prestablecida) entre ciertos bienes y un gusto (cuando yo digo “mi casa es de migusto”, estoy diciendo que he encontrado una casa que conviene a mi gusto, donde mi gusto se encuentra a si mismo, se reconoce). Entre estos bienes, debemos incluir, con el riesgo de parecer chocante, todo la que es objeto de elección, de una afinidad electiva, como los objetos de simpatía, de amistad o de amor. Hace un momento, yo planteaba la pregunta de manera elíptica: ¿en que medida el bien que esla realización de mí gusto, que es la potencialidad realizada, forma el gusto que en ti se reconoce? El amor por el arte utiliza con frecuencia el mismo lenguaje que el amor: el amor a primera vista es la confluencia milagrosa entre una expectativa y su realización. Es también la relación de un pueblo con su profeta o su portavoz: “No me buscaría si no me hubieses encontrado.” Aquel que es habladoes alguien que tenia en forma potencial algo que decir y que no lo sabe hasta que se lo dicen. De cierta manera, el profeta no aporta nada; predica para los que ya están convertidos. Pero predicar para éstos también es hacer algo; es realizar esa operación típicamente social y cuasi mágica, esa confluencia entre un ya-objetivado y una expectativa implícita, entre un lenguaje y las disposicionesque solo existen en forma practica. Los gustos son producto de esta confluencia entre dos historias, una en estado objetivado y otra en estado incorporado, que quedan objetivamente acordes. De esto proviene sin duda una de las dimensiones del milagro del encuentro con la obra de arte: descubrir una cosa a su gusto es descubrirse a si mismo, descubrir lo que uno quiere (“esto es exactamente lo...
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