Hola que hace?
-Buen día, ¿hablo con el señor Robert Grey? Quería contratarlo para la fiesta de mi hijo. Un amigo mío, Sergio Palma, lo recomendó ampliamente. ¿Lo conoce?-Sergio Palma…- dijo el payaso, del otro lado de la línea-. Sí, es uno de mis mejores clientes. ¿Qué día y a qué hora quiere que vaya?
-El próximo sábado, a las tres. ¿Puede?
-Puedo- dijo el payaso deinmediato-. Mis honorarios son por hora, a pagarse en efectivo antes del show. Pero como usted es amigo de Sergio Palma, entonces le haré un descuento.
Arreglaron los últimos detalles y luego el padrecortó, pensando que su hijo se pondría muy contento al tener un payaso en su fiesta.
Pero el sábado a la tarde llovió, y el payaso no se presentó al cumpleaños. El padre se cansó de llamarlo peronadie le respondió. “Menuda recomendación me hiciste, Sergio”, pensó con amargura.
-Habrá equivocado el día- dijo su mujer, al finalizar la fiesta. Yacían ambos en la cama, agotados a más no poder. Lafiesta había resultado bastante buena, aunque el padre seguía irritado por la ausencia del payaso.
-Le dije bien claro, el sábado a las tres.
-Tal vez creyó que era a las tres de la madrugada- bromeóla señora. Pero al ver que su marido no reía, le pasó una mano por la espalda, como consolando a un chiquillo-. Quizás se emborrachó por ahí. Ya sabes cómo son esos tipos. Lo importante es queJoaquín estaba contento.
-Sí- suspiró el hombre, arrebujándose en las sábanas y disponiéndose a dormir-. Pero hubiese sido mejor con un payaso.
Exactamente a las tres de la mañana, se despertaronsobresaltados por un grito horrible.
-Joaquín- dijo la madre, encendiendo la luz-. Algo le ocurre.
-Quédate aquí- dijo el hombre, saltando de la cama-. Iré a ver.
Salió al pasillo que comunicaba losdormitorios, y de inmediato se detuvo. Había huellas de barro sobre el suelo. Huellas muy grandes como para pertenecer a un hombre normal. Las huellas iban desde la ventana abierta del living hasta el...
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