Hola

Capítulo 1
-¿Te puedo acompañar?- Érica se había parado en medio del pasillo sin dejar pasar a su hermana mayor Celeste.
-Pregúntale a mamá.
-Vale- Érica se hizo a un lado y salió corriendo en busca de su madre- Mamá, mamá.
-Está en la habitación con papá, enana- Tomás levantó la vista de su mesa y miró a su hermana mediana.- ¿A dónde vas a ir?
-Si me llevo a la enana no voy a ir aningún lado para mayores de dieciocho- Celeste avanzó hasta su hermano y se sentó sobre la mesa donde él tenía todos sus papeles.
-Es preferible que tampoco vea escenas para mayores de dieciocho- Tomás se quitó las gafas que utilizaba para leer y las dejó al lado de su hermana.
-Iremos a tomar algo y después a casa de Rubén, sabes que la adora.
-Sí, claro. Rubén me ha robado ya a una hermana ylleva el camino de robarme a las dos.
-Idiota- Le pegó una patada floja en la rodilla, él se levantó la cogió en brazos y la lanzó sobre el sofá haciéndole cosquillas.-Para, no, para- Celeste no podía dejar de reír lo que hacía que su hermano también riera.
-¡Yo también quiero!- Érica saltó al sofá sobre sus dos hermanos y comenzó a hacerle cosquillas a su hermana también.
-¡No es justo! Soisdos contra una.
-¡A por la enana!- Tomás cogió a la más pequeña de la familia como si fuera un saco de patatas y la dejó caer sobre la alfombra haciéndole cosquillas a ella también
-Ayúdame, Celes, ayúdame- La pequeña pataleaba mientras reía y vio cómo su hermana se abalanzaba sobre la espalda de su hermano y le hacía cosquillas en las axilas haciendo que dejara de hacerle cosquillas a lapequeña y ambas se abalanzaran sobre él haciéndole lo mismo que él había estado haciéndoles a ellas.
-Basta, basta- Tomás se incorporó en la alfombra al igual que sus dos hermanas.-¿No os ibais?
-Mamá me ha dicho que sí- Érica se levantó de un salto y comenzó a dar saltos alrededor de sus hermanos.
-Ves a por tu abrigo, a por los guantes, el gorro, la bufanda... Venga que hace mucho frío en lacalle- Tomás se levantó despacio y le ofreció ayuda a su hermana para levantarse.
-Voy, ¡mamá!- La pequeña niña volvió a desparecer tras la puerta de la habitación de sus padres.
-Tú también podías taparte un poquito. Luego no queremos que Rubén se caliente.
-Entre Rubén y yo no hay nada, métetelo en la cabeza- Le dio a su hermano unos coscorrones en la cabeza lo que hizo que su hermanapequeña que recién entraba al estudio riera.
-¿Me ayudas?- Érica le ofrecía a su hermana el abrigo. Era casi más grande que ella, pero eso a la pequeña no le importaba, era el abrigo que había llevado su hermana mayor durante años, eso era lo que le importaba.
-Trae- Celeste cogió el abrigo de su hermana y la ayudó a colocárselo- El abrigo se pone antes que los guantes.
-No importa.
-¿Os llevo?-Tomás le puso el gorro a su hermana pequeña mientras observaba como Celeste se ponía su abrigo y su bufanda.
-Iremos dando un paseo. Vamos enana.
-Adiós tete- La niña de siete años se acercó a su hermano y le dio un cálido y sonoro beso en la mejilla.
-Tened cuidado- Tomás se volvió a sentar en su mesa y continuó revisando sus papeles cuando sus hermanas salieron del estudio.

-¿Vamos air a casa de Rubén?- Ambas hermanas caminaban por la calle agarradas de la mano.
-Primero vamos a cenar al bar de Susi- Celeste buscó en su bolso el móvil. No lo había cogido.-Disculpe, ¿tiene hora?- Era tarde, lo sabía. No había gente por la calle y lo más seguro era que Rubén la estuviera esperando y que cuando llegara él se cabreara, pero que con unos pocos mimos se le pasara el enfado.-Las once menos cuarto- La mujer miró su reloj y se alejó deprisa. Tenían quince minutos para llegar y andando tardarían cerca de media hora. Quizá no hubiese sido tan mala idea que Tomás las llevara con el coche.
-¿Por qué corres?- Casi sin darse cuenta Celeste había comenzado a correr arrastrando con ella a Érica que seguía agarrada a su mano.
-No lo sé- ¿Por qué corría? ¡Qué importaba que...