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Si admitimos, por un lado, la postura de MacIntayr de que los conceptos morales son contextuales y, por otro lado, la idea de que la ética es, en tanto que las proposiciones y enunciados moralesexpresan hechos, relativa por lo tanto a estos hechos, sería imposible educar entonces en la virtud ya que está carecería de un patrón o modelo al que referir dicha educación.

No obstante, antes deabandonar la tarea tan prontamente, ahondemos un poco más en el tema pues tan solo hemos arañado la superficie de un problema que viene planteándose desde la antigüedad.

Tenemos, entonces, uncontexto y una sociedad moral que se dan conjuntamente y en los cuales la mayoría de los individuos se identifican como agentes morales aún sin serlo, pues solo nos movemos dentro de la moralidad (yelegimos) con respecto a unos conceptos predeterminados pero que no pueden llamarse nunca absolutos. Yo, por mi parte debo pensar que la gente es buena (o que al menos piensa serlo) pues yo mismo, comopersona (y asumo el riesgo de equivocarme) me considero alguien bueno. Empero cuando uno cree elegir que “esto es bueno” juzga siempre el hecho desde un concepto ya dado ¿Dónde quedaría entonces laauténtica responsabilidad moral para nadie?

No quiero ser extremista y diré que estos conceptos, fijados de la manera que sea, regulan una relación que pretende ser armoniosa con el entorno; aunquehabría que decidir que entra dentro de este entorno, pero eso es otro tema. Y aunque sean criticados y revisados de comunmente, suelen aceptarse de forma tacita ciertas particularidades del contextogeneral gracias a las cuales sea posible identificarse como agente moral.

No es este el caso que nos ocupa aunque, ciertamente, está relacionado con la posible aprehensión de la virtud. Esta, en uncontexto contemporáneo suele entenderse como una cierta habilidad o capacidad. Se refiere a la disposición para una correcta o “buena” realización de una actividad. Es decir, que realizar esta...