hola
dando pistas, como un problema de mates, y llega a un
únicofinal posible: el culpable. Y lo mismo pasa con la
ciencia ficción y no digamos los videojuegos. Si tu mente es capaz de trabajar a la velocidad necesariapara
llegar al final de un videojuego, es que estás capacitado para resolver cualquier problema de matemáticas.
—No es lo mismo —negó Nico.
—¡Os asesinaría!—levantó las manos al cielo—.
¡Pero mira que sois tozudos!, ¿eh? ¿Y vuestro orgullo?
No dijeron nada.
—¿No os importa ser los tres únicos que suspendáismatemáticas? —siguió el profesor tratando de provocarles.
Siguió el silencio.
—¿Sabéis que pueden echarme por eso? —soltó de
pronto Felipe Romero.
—¿Por qué?—Por ser mal profesor.
—Ande ya.
—Que sí —insistió él—. Estoy en la cuerda floja. El
director dice que mis métodos no son... ortodoxos. Con
tressuspensos de dieciocho alumnos me la cargo. Es
una sexta parte.
—No es justo.
—Díselo a Mariano Fernández.
—¿Encima quiere que nos sintamos mal porque puedenecharle? —se entristeció Adela. —Pues sí —la pinchó.
—¡Jo! —rezongó ella.
—Mañana es el examen —les recordó sin que hiciera falta—. Por favor, estudiad estanoche, tratad de
hacerlo sólo un poco bien para que pueda justificar un
cinco pelado. No me vengáis con que no lo entendéis,
os bloqueáis, se os queda lamente en blanco y todos
esos rollos. ¡Haced un esfuerzo!
Era una bronca. Felipe Romero les hablaba con pasión y convicción. Podían entenderle. Lo malo era la
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