Hola
Mtro. Francisco Javier Romero Luna
Docente TC de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.
Este no es un trabajo académicamente rimbombante o erudito, es más bien un
texto eminentemente reflexivo basado en la práctica docente diaria y las
respuestas a cuestionamientos como: ¿Qué es el compromiso docente y qué
implica? ¿Qué diferenciaexiste entre responsabilidad y compromiso? ¿Hasta
dónde debe llegar el compromiso cómo docente? Al encontrar y presentar una o
varias respuestas a las interrogantes planteadas se pretende, principalmente,
hacer reflexionar o sensibilizar a toda aquella persona que está frente a un grupo
escolar de cualquier nivel y que se considera: “docente, profesor, educador o
maestro” para que a partir de lasideas que de aquí rescate, pueda o quiera
adquirir un compromiso en su trabajo diario.
Siempre es momento para hacer un alto, para detenerse un poco a reflexionar, a
cuestionarnos sobre nuestro diario trabajo como docentes y sus implicaciones en
nuestra vida dentro y fuera del aula, pues: “pensar la educación y formación de los
individuos en terreno estrictamente académico no siempre esfácil. Todos los
seres humanos a lo largo de nuestra existencia estamos relacionados con el
conocimiento y con el aprendizaje, todo nos sirve para integrar saber y transformar
nuestras actitudes ante la vida; sin embargo, bien sabemos que no es lo mismo el
aprendizaje espontáneo, el empírico frente al sistematizado y organizado. Este
último es el que debe sustentar la formación académica queescuelas, institutos y
universidades ofrecen a los educandos con la finalidad de formar a los técnicos y
profesionistas del futuro quienes, aunque suene como frase hecha: tendrán sobre
sus hombros la responsabilidad de sostener el desarrollo y la economía de nuestro
país, el desarrollo y economía personal, el crecimiento como seres humanos y
ciudadanos comprometidos con su entorno” (Alcalá, 2002).Es decir, si
empezamos por entender, que como docentes tenemos en nuestras manos a un
sujeto, a un ser humano para colaborar, apoyar, participar o influir, en su
educación y en su formación, podremos comprender la esencia de nuestro
compromiso docente que radica, no sólo en nuestra formación, sino,
fundamentalmente en las tareas desarrolladas diariamente en el aula enfocadas a
lograr lageneración de un cambio conductual en los alumnos que están en
nuestras manos y bajo nuestro ejemplo.
Precisamente, con la finalidad de que, como docentes, nos identifiquemos o
ubiquemos qué rol o modelo desempañamos en el aula; presento a continuación
una visión panorámica de la evolución de la educación formal donde se plantean
diversas denominaciones otorgadas a los que se dedican a la tareadocente,
según Gauthier y Tardid (1996).
Para empezar describiré algunos rasgos que caracterizan al maestro natural.
Podemos darnos cuenta que, a pesar de ya estar en el siglo XXI nos seguimos
encontrando docentes considerados como tal, puesto que sólo se dedican a
trasmitir un saber, un conocimiento, a cumplir con un horario, con un programa
escolar y su responsabilidad máxima es“llenar” de conocimientos el cerebro de
sus alumnos.
En este modelo, “se considera que el conocimiento puesto en la mente es
acumulativo, y el conocimiento posterior va edificándose sobre el conocimiento
que ya existía. Mayor importancia tiene la suposición de que la mente del niño es
pasiva, como un receptáculo que está aguardando a que lo llenen. En este cuadro
no entra la interpretación activa oconstructiva. La tendencia didáctica mira al niño
desde el exterior, desde la perspectiva de una tercera persona, en lugar de tratar
de entrar en sus pensamientos” (Bruner, 1997).
Este docente cree que está desempeñando de manera adecuada, responsable y
comprometida con su labor docente y lo seguirá creyendo mientras no se quiera
dar cuenta que esa modelo didáctico no está vigente y mucho...
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