hola
Karen Garza González
Entré al cuarto después de un largo día de trabajo, saco en mano y corbata aflojada. Me topé con mi mujer, envuelta en nueva lencería, echada en la cama con laspiernas entrecruzadas y el busto en alto. Me hubiera abalanzado a ella, sangre bombeando al pantalón, si tan solo no fuera porque no se encontraba sola.
Mi cuerpo se paralizó, como si se hubieradesligado de mí, saco al suelo y boca abierta. No parecía asimilar la situación o, mas bien, no quería pensar que lo que veía era cierto. ¿Qué es esto?, le pregunté.
Imágenes de aquel tipo tocando suspechos, metiendo su verga en mi mujer, me hicieron enloquecer. Me tambaleé, perdí el equilibrio. No me era posible recibir respuesta alguna. Parecía que me hubiera quedo sin pies, que el piso sehubiera desvanecido. Me engullía un hoyo negro, sin escape, sin un rastro de luz en su basta inmensidad. Golpes arremetiendo contra mis oídos. Las palabras de mi esposa eran casi inaudibles. Caía en elabismo, manos negras me tomaban preso y ellas eran los que me controlaban ahora. Susurraban con despecho, me hablaban enfurecidos. Tomaron las riendas sueltas de mi mente y cabalgaron a rumbosinfernales.
Me dirigí al sujeto que se encontraba vistiéndose desmesuradamente. Lo tomé del cuello y lo arremetí contra la pared, dándole un gancho derecho a su rostro. Los gritos de mi mujer…¿Mi mujer?,de aquella asquerosa puta me aturdían. Chillaba que me detuviera, como si aquí el que se la anduvo mamando a otro fuera yo, como si yo fuera el del error. Como el traicionado aquí fuera ella, como situviera siquiera derecho a llorar.
Le di un ultimo golpe al tipejo y le grité que se marchara, que se fuera a arruinar el siguiente matrimonio que tuviera en su lista.
De mi bocasolo salieron desechos radioactivos, basura, vomito, todo en contra de aquella mujer, que sollozaba con un timbre tan agudo que al ser descifrado solo me causaba jaqueca. El hombre con el que se había...
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