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Historia de un viaje a Canaguá con retorno
En 1954 Don José Eustorgio Rivas Torres fue el precursor de la gesta más heroica, que después de la batalla del Ataque (30 de enero de 1813) han realizado los sureños. Ya de su mente progresista La voz del Sur había insuflado de coraje a los a los parroquianos, después solo cambiaria de nombres: Radio Tovar, Radio Occidente de la mano de las Escuelasdel Aire. El nombre de Don Eustorgio Rivas infunde respeto y es sinónimo de progreso y bienestar en el Sur Merideño.
La mayoría de quienes ahora dirigen los destinos políticos del Sur que en algún momento debe convertirse en el Norte de nuestro Estado, desconocen la vida de sus prohombres, por eso poco les interesa la historia, eso no da votos.
Que les importa que el 14 de marzo de 1954, díadomingo, marcó un hito en la historia de los pueblos del Sur de Mérida, en un antes y un después, con el arribo de los dos primeros jeep a Canaguá en medio de la alegría de todo un pueblo ansioso por ver que era lo que sustituía a las mulas.
A Don Eustorgio lo secundaban Abdón y Clodomiro quienes desde Mérida trajeron los dos jeeps hasta El Guayabal como punto de partida de un viaje sin retorno,allí puntuales estaban además los hombres venidos de Canaguá, de Chacantá, de Guaymaral, de Capurí, de El Molino, de San Isidro, todos ellos sin importar el color de sus camisas se confundían en un mismo pueblo que solo aspiraba ser partícipe de tan incontable hazaña que en 14 días inscribirían su historia en la roca, como mensajeros del progreso y héroes sin nombre.
Y es precisamente el eco deesa proeza la que inspiró a un grupo de amigos de los carros antiguos del Valle del Mocoties: Alfonso, Nelson, Alejandro, Lucas, Arturo, Franklin, Martín (y otros que se me olvidan) para que desde el 2010 tomaran la ruta hacia el Sur y seguir los pasos de los curas camineros, en los últimos tres años (2011, 2012 y2013) tuve el honor de acompañarlos y grabar la travesía, nos inspiraba la cercaníade los 60 años en el 2014 y gracias a Don Alfonso Rosales se fueron incorporando los amigos del Táchira, Mérida, Barinas y Portuguesa, quienes con recursos propio se atrevían a desafiar las inclemencias del tiempo, pues cada uno dormía en sus carros, carpas o simplemente esperar el amanecer para regresar con la satisfacción del deber cumplido; por su parte a la Alcaldía y al Alcalde de Canaguánunca le intereso este evento en los años 2011 y 2012 nos dio la espalda pues prefería el motocross o los toros coleados a conversar con los visitantes o intrusos según el caso. Eso nunca nos desanimó y por el contrario cada año nuevas fuerzas nos impulsaba hasta el punto de planear en el 2012 llevar un jeep completo, ya en el 2011 se había soldado las piezas del antiguo motor, el jeep nopretendía competir con el motor, por el contrario reafirmar el compromiso de ir cada año a ver como se convertiría en conjunto en una atracción. Muchos pensaron que este era el gran año ya el Alcalde al menos nos atendía y supuestamente el parque estaba siendo remodelado, algunos pensaron en proponer una cerca perimetral y que se denominara Parque Don José Eustorgio Rivas Torres y se erigiera un busto conmotivo de los 60 años que lo mostrara a propios y extraños con su figura señera. Fuimos unos ilusos y cometimos un grave error creer que en tiempos de revolución la historia interesa.
Lo que sucedió el 6 y 7 de marzo es la crónica de una muerte anunciada, más pudo los intereses politiqueros y la ambición de seudos revolucionarios que se creen dueños y señores del destino de todo un pueblointeligente, bregador y comprometido con su propio destino. Actos cobardes y bochornosos como este no tienen calificativo, más si cuentan con la complacencia de las autoridades, que nunca hicieron nada para impedirlo, pareciera que los “lideres” le tienen miedo a los mandones, que no son otra cosa que ignorantes con poder, las mulas que quedaron realengas cuando llegaron los primeros jeeps. Por eso...