Hola
Francisco David Ortiz Mata
11 de octubre del 2011
Materia: Visión Global
Tarea: El laberinto de la soledad
Autor: Octavio Paz
El Pachuco y otros extremos
El capítulo 1 nos habla sobre el adolescente y su asombroso descubrimiento, que lo lleva a una consciente soledad. La adolescencia es el momento en que tomamos conciencia de nuestro ser, es comparado porel autor con los pueblos “en trance de crecimiento”. El México pos revolucionario, dejó un país en etapa reflexiva que necesariamente lo llevó a la auto contemplación. Fue entonces, cuando afloraron distintos niveles históricos que convivían, o se enfrentaban, en un mismo presente. México estaba hecho de distintas razas, aparte de las diferentes lenguas.
Los mexicanos que no se mezclan y que seautonombran Pachucos o sea, “Bandas de jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje”. Personas que no quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al sistema americano. El Pachuco, según el autor, “Es uno de los extremos a los que puede llegar el mexicano”. Siempre marginal, alPachuco le gusta irritar a la sociedad, entonces, el Pachuco encuentra su lugar en el mundo y por lo tanto, su razón de ser. Se siente libre de romper las reglas, de conocer lo prohibido, en pocas palabras, de desafiar al sistema.
El autor niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano. “Sentirse solo no es sentirse inferior sino distinto”, de hecho, la soledad no es unailusión, es la vida contemplada con los ojos abiertos. La soledad del mexicano, tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera perfecta de la vida.
Máscaras mexicanas
Este capítulo habla de la variedad de mascaras que utilizamos en nuestra vida para protegernos de que nos hagan daño, y a la vez como es en el caso de la mujer la máscara que se tiene de ellas es laque a los demás les conviene ver.
El mexicano tiene varias facetas, ser singular que sin embargo, “Siempre está lejos del mundo y de los demás. Lejos también de sí mismo.” Capaz incluso de hacer uso del silencio, además de la palabra, como un instrumento de defensa.
El autor reflexiona sobre el poder real que la palabra misma ejerce sobre el mexicano. Conceptos como “rajarse”, revelan el grado demachismo que todos llevamos dentro. ¡Puto el que se raje! Otro ejemplo, que sólo en México existe, es el albur. Lenguaje secreto, ingenioso, de fuertes connotaciones sexuales que agrede, reta, y finalmente, termina por demostrar nuestro carácter cerrado frente al mundo.
El mexicano usa máscaras para proteger su intimidad, no le interesa la ajena y por lo tanto, el círculo de la soledad se vuelvea cerrar. La manera instintiva en la que consideramos peligroso a todo lo que representa lo exterior, tiene su razón si revisamos la historia de nuestro país. Las derrotas se sufren con dignidad. Lo anterior, subraya el autor: “No carece de grandeza”.
Mención aparte sería el caso de la mujer mexicana. Mujer cuyo recato tiene que ser a toda prueba. La vanidad masculina, heredada de los indígenasy los españoles, se regodea bajo la sumisión, económica, moral y social de la mujer. “En un mundo hecho a la imagen del hombre, la mujer es sólo un reflejo de la voluntad y querer masculinos”. Desde luego, que el centro de atención de la mujer es su sexo: “oculto, pasivo. Inmóvil sol secreto”.
Sin embargo, también se está consciente de que la mujer, la tierra, representa la continuidad de laespecie, el orden, y la dulzura. De nada sirve lo anterior, el machismo necesita mujeres impersonales para subsistir. Se respeta el concepto de la madre, de la mujer abnegada pero no de la persona: la mujer como protagonista de su historia. Por ello, refranes, canciones populares y conductas cotidianas, aluden al amor como falsedad y mentira si la protagonista “deja” al hombre, quien por su parte,...
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