hola

CANTO XXV
Después de haber sido examinado por Pedro un resplandor se nos adelantó y mi dama llena de alegría me dijo: Mira, mira, he ahí el Barón por quien allá abajo visitan a Galicia. Ahí vi yoaquellos grandes y gloriosos príncipes acogerse mutuamente. Se detuvieron silenciosos junto a mi, tan encendidos que humillaban mi rostro. Recibiendo unas palabras consoladoras de mi dama y delsegundo resplandor, es entonces cuando Santiago solicita examinarme sobre la Esperanza, en qué consiste ésta; cómo florece en mi mente, y de dónde proviene. Y aquella piadosa Dama que guió las plumas de misalas hacia tan elevado vuelo, respondió antes que yo de esta suerte dejando los otros dos puntos sobre que han versado sus preguntas para que yo refiera lo grata que le es esta virtud.
La Esperanzaes una expectación cierta de la vida futura, producida por la gracia divina y los méritos anteriores. Así respondí yo como aquel discípulo que responde a su maestro con gusto y prontitud. Seguíamirando a tal resplandor, intentando ver algo más, a lo que me aludieron que Por qué me deslumbraba para ver una cosa que aquí no existe. En lo que el resplandor se hizo aún mas fuerte, Cuánta fue laturbación de mi mente cuando me volví para ver a Beatriz, y no pude lograrlo, a pesar de encontrarme cerca de ella
CANTO XXVI
Sin haber aún recuperado la vista pero con promesa de ello, salió de la luzresplandeciente una voz que llamó mi atención, esta voz me dijo “mientras recobras la vista que has perdido mirándome, cuéntame a donde se dirige tu alma, a donde tiende tu amor, y pues la dama que teguía tiene en su mirada de amor, la fuerza que te devolverá la vista”. Le dije que estos ojos fueron las puertas por donde ella entró con el fuego del que siempre ardo, para dar mayor evidencia ledije: el amor nace de la percepción del bien, que cuanto más bueno y más bello, más amor provoca. Entonces oí “reserva para Dios el mayor de tus amores”. Comprendiendo hacia donde quería llevar mi...