Hola
La narrativa de Unamuno llega a reunir en esta ocasión todas las dimensiones de la identidad, lo queconfiere a esta obra cierto valor de psicoanálisis, una relación más o menos estrecha con la sociología, y, cómo no, con la filosofía hermenéutica. Se trata asimismo de una crítica y una experiencia. Ycomo toda experiencia, a mi juicio, ha de ser vivida.
He querido rescatar este fragmento y su comentario porque creo que valen la pena. Creo que a día de hoy, y tal vez más que nunca, me identificocon este texto y con el hecho de trabajar, entrenar o salir sin otro móvil que no sea la necesidad de autorrealización.
Comenzaré, como siempre, con brocha gorda. Pintando los aspectos másgenerales, familiares o menos sorprendentes.
El tema aquí es el enfrentamiento entre la vida activa y contemplativa. La conciliación entre ambas una solución de lo más razonable y evidente ¿Por qué nosobligamos a elegir?
Durante el siglo de las luces, el optimismo generado por los grandes avances de la edad moderna, ya sea en ciencia, filosofía, política o literatura, dan lugar al hostigamiento dela vida activa. Este pensamiento se ve reflejado en autores como Rousseau, cuya frase “Todo ciudadano ocioso es un bribón” lo dice todo. Por su parte Voltaire, a través de uno de sus personajes,ratifica que el trabajo nos libra de los tres grandes males de la vida: el aburrimiento, el vicio y la indigencia.
También Nietzsche encajaría aquí. El dicho que en este fragmento encontramos (“A lohecho pecho”) hace referencia a esa ilusión de jugar a la vida propia de la infancia.
Los niños tienen todo por descubrir y se entretienen creando y destruyendo a su antojo, como el Dios Dionisos...
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