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Lo asegura una encuesta nacional. Las diferencias entre los que participaron de la movilización y los que se quedaron en casa.
12/11/12 - 09:45 | Para clarin
Si la oposición se entusiasmó con la contundente movilización del jueves pasado contra el Gobierno, algunas voces adiverten que no deberían caer en la desmesura: según unaencuesta nacional, realizada al otro día de la protesta, el 49% de la gente cree que la marcha no los fortalecerá. El 30,6% considera que sí y el 20,4% no supo o no quiso responder.
El trabajo, de la consultora Opinión Autenticada, se hizo sobre la base de 800 casos entrevistados telefónicamente. Se los dividió en cuatro: los que participaron de la protesta, los que no participaron pero estabana favor, los que no participaron y no estaban ni a favor ni en contra, y los que no participaron y estaban en contra. Como era de prever, dentro del primer grupo aparece el mayor porcentaje a favor de la oposición: un 51% contestó que la marcha los fortalecerá. El caso inverso al de los que no fueron porque estaban en contra de la movilización: allí ese porcentaje se redujo al 7,7%.
Algo de esto,posiblemente, haya influido para que los principales líderes opositores no participaran de las movilizaciones, ni en la Capital ni en el Interior del país. Si bien el mayor blanco de las quejas fue el Gobierno nacional, ya en otros sondeos aparece la decepción de esa misma gente con las alternativas al kirchnerismo.
En este escenario, la primera reacción de esos mismos opositores fue previsible:reclamaron que Cristina escuche los reclamos de la gente, aunque algunos también admitieron que parte de las quejas los incluía.
b)8N, un movimiento social que el Gobierno debería interpretar
Ningún movimiento nace hasta que no haya una oportunidad política, un contexto especial para el surgimiento de un problema social dado
Por Graciela Peyrú | Para LA NACION
Entre los muchos elogios ycríticas que recibió la multitudinaria demostración del 8N, se ha reiterado desde distintos sectores oficialistas un cuestionamiento que resulta al menos llamativo. Se plantea a los manifestantes que deben incluir en sus reclamos un proyecto político definido. Los dichos de quienes sostienen esta exigencia son, por ejemplo: "El problema de esta marcha es que le falta un discurso político o uncandidato", "No tienen un discurso político central" o "Carecen de proyecto propio". En una radicalización de estas
críticas, panelistas de la Televisión Pública se refirieron a las consignas de la marcha como "confusas" y encontraron asimismo "confusos" a los manifestantes.
Desde la perspectiva de quienes participan del Gobierno y tienen una amplia formación militante es entendible que vean laausencia de un programa político en los manifestantes del 8N. El punto de vista de estos críticos es asociar las demandas sociales al desarrollo de un programa político concreto. Esta perspectiva, sin embargo puede impedirles lograr una visión más amplia de lo que está pasando. En un pensamiento más incluyente, estos cuestionamientos no tienen demasiado sentido ya que impiden registrar la aparición deotros procesos sociales que intervienen en la construcción de cambios.
Es difícil discernir hoy si la manifestación del 8N y su antecedente del 13S constituyen un movimiento social incipiente y si darán o no lugar a un movimiento social más extenso. Lo que no resulta difícil es identificar el 13S y el 8N como un movimiento social. Los movimientos sociales no incluyen entre sus característicascentrales plantear un proyecto político integral, que pueda llegar a guiar una gestión de gobierno. El día 17 de octubre de 1945, nadie hubiera podido predecir la dimensión que llegaría a adquirir ese movimiento. No en ese mismo momento.
Tal como han mostrado Eyerman y Jamison, los activistas de los movimientos sociales "aprenden haciendo", como los artesanos, los cirujanos, los futbolistas y...
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