HOLA
nacido el 30 de junio en la ciudad de Montería y vino a visitar a su familia en el municipio deMontelíbano. Es de pelo canoso y piel morena, que se complementa con sus ojos de color gris pálido, que perpetuamente exhalan un aire de tristeza a sualrededor.
El primer día que lo vi fue en una tarde soleada.
Escuché sonar el claxon de un carrito de petos y
salí a comprar uno. Carlos me causócuriosidad
por sus ademanes tristes y lentos.
Con algo de incomodidad lo interrogué acerca de
su vida.
Su mirada se ensombreció pero, (para sorpresa
míapor haber accedido con un extraño), decidió dejar el carrito de petos en la calle y hablar conmigo un momento, tal vez necesitaba urgentementedesahogarse.
Carlos y su hija.
Carlos tenía una hija cuyo nombre solía ser Yesenia. Sacó una foto desgastada de su bolsillo.
-Es ella. - Me dijo.
Era unaniña un poco más blanca que su padre, de ojos grises y cabello negro.
Era muy bonita. Pero la vida no le favoreció… a sus doce años,cuando a las seis de la tarde regresaba del colegio, fue violada y la encontraron medio muerta.
Una lágrima silenciosa rodó por la mejilla de Carlos. “elhecho de que ella resultó estar embarazada fue lo que me causó… eso”. En efecto, su hija resultó embarazada, y al ser de tan poca edad, ella y el bebémurieron en el parto.
Su esposa, María Miguelina Rocha, una mujer de 72 años, ha sido su único apoyo, a pesar de que actualmente aqueja una trombosis.
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