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Recuerdos de una noche Traicionada por el amor
Anne N. Reisser

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Recuerdos de una noche (1987)
En Harmex: Traicionada por el amor (1986)
En Violena: Traicionada por el amor (1984)
Título Original: By love betrayed (1982)
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Bianca 284
Género: Contemporánea
Protagonistas: Jonathan Charles “Storm” Grainger y Deborah McLeod
Argumento:Ella era una hermosa heredera, alejada de su hogar, que sólo soñaba en ser amada por sí misma. Él no hizo preguntas, se limitó a ser arrogante y seguro de sí mismo. Él se apoderó de su confianza, de su amor, de su pasión. Luego la arrojó dejándola sola con su orgullo frío y porfiado.

Ellos habían compartido una noche de encanto, una noche por la que Deborah había pagado infinitas noches desoledad, sola con sus recuerdos y con su pequeño hijo, hasta que una extraña jugada del destino trajo a Storm desde California hasta donde ella estaba.

A pesar de ella misma, ello lo ansiaba con desesperación. Ahora él estaba frente a ella. Cuatro años atrás la había usado y traicionado. ¿Su propio corazón la traicionaría a ella?


Capítulo 1
Era el tercer cumpleaños de Gareth. La tortahabía sido decorada en forma adorable por la señora Hammond, la antigua ama de llaves del abuelo. Helados multicolores embadurnarían los rostros de los niños y un mago–payaso entretendría a los pequeños invitados. La fiesta marcaría otro mojón en el inexorable paso del tiempo… el tiempo que según se decía, curaba todas las heridas.

Deborah se acercó a la ventana de su dormitorio y observóel primoroso jardín del frente. Su único abuelo y su ruidoso hijito se dedicaban a destruir la perfección del césped que rodeaba la mansión montando un hermoso potrillo de raza. El animal era el regalo de cumpleaños que el abuelo había hecho a Gareth.

Deborah sonrió con cierta tristeza. Considerando su edad, el abuelo era un hombre vigoroso, pero sólo porque sabía cómo almacenar suprovisión de fuerzas. Dios mediante, estaría en condiciones de actuar como padre del niño durante los años que vendrían. Gareth no podía pedir un modelo mejor, ya que carecía de un padre propio. Los amargos pensamientos de Deborah rozaron la profunda herida de su alma que el tiempo aún no había logrado cicatrizar. Un rayo de sol iluminó su cabellera color castaño rojizo que encontraba eco en el cabello delniño. Este constituía su único parecido con ella. El rostro era el de Storm… los ojos, el mentón y la nariz arrogante. Incluso su porte y su actitud desafiante reflejaban los rasgos físicos de un hombre que no conocía la existencia de su hijo, y al que de haberlo sabido, probablemente no le hubiese importado.

Gareth necesitaría la arrogancia y el orgullo, meditó Deborah tristemente. Ni elapellido McLeod ni su dinero lograrían amortiguar los golpes que recibiría Gareth cuando tuviese que moverse en el mundo. Ella no podía hacer nada para ayudarlo, pero se prometió criarlo para que estuviese orgulloso del apellido que llevaba. Cuando llegase el momento indicado, él conocería la verdad sobre su nacimiento. Ella lo ayudaría a digerir los hechos desagradables y a continuar llevando lacabeza en alto. El amor sería suficiente para Gareth, aunque no lo había sido para Storm.

Storm. El nombre resonó dolorosamente en su corazón. Recordaba su rostro con tanta claridad como si lo hubiese visto el día anterior. Algunas veces lograba borrar la imagen, pero ciertos incidentes o gestos de Gareth le devolvían ese rostro y ese cuerpo de hombros anchos.

El jardín y las dosfiguras se desvanecieron mientras Deborah se sumergía en sus recuerdos.







No recordaba el momento exacto en que había comprendido que no había amor, ni siquiera un afecto verdadero entre sus padres. Debía haberlo percibido siendo muy pequeña, pero el primer incidente que le mostrara claramente la enemistad entre ellos había ocurrido cuando Deborah tenía siete años.

Había...